Los inmortales de DC tienen su propia historia zombie
La otra cara de DCSOS
Hace algunos meses pusimos sobre la mesa ‘DCSOS’ como una recomendación para vuestra estantería si andabais en busca de algo fresquito como suele resultar un ‘What if’ en cualquier universo super-heroico que se precie.
En la historia original, La Liga de la Justicia tiene a Darkseid contra las cuerdas pero este se retira sospechosamente contento y es que ha averiguado cual es la fórmula para la ‘anti-vida’, un término muy manido en los libros de DC tras el que siempre anda este villano.
Darkseid tarda bien poquito en activar la fórmula en la tierra y en empezar a esparcir la ‘anti-vida’ entre la población con un virus que se transmite por internet, Cyborg mediante.
Cualquier pantalla a la que mire un humano que este conectada a internet convierte a su portador en un zombi hambriento. Un planteamiento que no buscaba el galardón al ‘mejor guion’, pero que servía para sacar adelante ‘una peli de zombis’ dentro del universo DC.
Lamentablemente, la historia no acaba como para tirar confeti, lo que deja fuera de juego a los principales héroes de la editorial.
Sin embargo, Tom Taylor tenía para otro guion. Quedaron en pie algunos secundarios de lujo capaces de levantar un segundo tomo por sí solos. Capucha Roja o Jim Gordon en el bando de los héroes y una panda de villanos suficiente en la que destaca DeathStroke, que descubre en las primeras páginas del libro que no se puede convertir en zombi.
Con esta premisa, volvemos a tener héroes, villanos y zombies en el mismo tablero para sacar adelante una historia de 127 páginas del todo entretenida.
Como siempre en los ‘What if’, aquí “nada vale”. Todo esto va de pasar el rato de forma agradable y sin repercusiones, por lo que la historia acaba cuando cierras la tapa para no volver a saber de ella jamás.
El dibujo de este ‘DCSOS Inmoratales’ corre a cargo de Karl Montert que se hace cargo de forma integral de los lápices.
A diferencia del álbum original, que distribuía el trabajo entre tres artistas con una inevitable fluctuación en la calidad de sus viñetas, este ‘Inmortales’ empieza y acaba con el mismo estilo y la misma calidad. Un dibujo para nosotros desconocido hasta la fecha, pero que tiene aires que parecen querer recordar a las líneas de Frank Quitely o Rafael Grampá (salvando la evidente distancia que hay con estos grandes).
Nuestra recomendación de compra para ‘DCsos Inmortales’ sigue la misma línea de pensamiento que la que hicimos para el primer album. No es una lectura obligada, pero si es refrescante y divertida si ya tienes los imprescindibles del mes en la estantería. Ni que decir tiene que si os hicisteis con la primera historia, este segundo álbum (que tiene el mismo diseño y encuadernación que el original) se convierte en imprescindible.