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Un youtuber destapa una burbuja especulativa en el mundo de los videojuegos retro
WATA Games y Heritage Auctions mueven el mercado para beneficio propio.
Las recientes ventas de juegos de Mario por cifras millonarias no sólo han creado el revuelo esperado en los medios, también han despertado el interés de Karl Jobst, un youtuber que ha decidido estudiar el caso para acabar demostrando que estamos dentro de una manipulación del mercado sin precedentes en el mundo de los videojuegos.
Vivimos en un mundo movido por el dinero. El que todavía piense en teorías conspiranoicas cuando oye hablar de farmacéuticas, gobiernos e instituciones moviendo el dinero y marcando la dirección del planeta, debe seguir viviendo tranquilo en 'los mundos de Yupi'. Que mandan unos pocos y el resto pasa por el aro del tamaño que marquen esos pocos es algo que tenemos claro y que no vamos a discutir aquí.
Sin embargo, esta manipulación todavía era algo ajeno a un mundo como el de los videojuegos que, hasta hoy, vivía del corazón y la nostalgia de unos pocos coleccionistas y la perspicacia de otros que, como siempre, buscaban sacar algo de provecho de los primeros.
Hoy nos damos cuenta de que este terreno está siendo allanado y manipulado de una forma casi inexplorada hasta ahora. Empresas de certificación de videojuegos como WATA o casas de subastas como Heritage Auctions se están encargando de crear una burbuja especulativa como nunca hemos visto en este sector.
Wata Games, creada para certificar el estado de un videojuego de cara a una transacción más fácil, llegó en 2018 para quitar trabajo a VGA (Video Game Authority), que hasta entonces era la referencia para esos trabajos y lo ha hecho de la forma más simple imaginable, a base de publicidad enmascarada en una relación directa con Heritage Auctions, que sólo vende videojuegos certificados por Wata.
Ambas empresas sacan una ingente tajada de cada juego certificado. Los primeros cobran una tasa que va creciendo según el valor del videojuego y los otros, evidentemente, un potente porcentaje de la venta.
Así pues, comienza el dibujo de una burbuja que parece estar siguiendo el diagrama clásico que nació con los tulipanes en el siglo XVII y que ya hemos visto un par de veces a gran escala en tiempos de Wall Street.
Y ¿qué es lo primero que necesita una burbuja para empezar a funcionar? Claramente, que la información llame la atención del público. La impactante venta de una copia de Super Mario Bros para NES por 30.000 dólares parece un buen reclamo. El inconveniente llega cuando la compra ha sido realizada por un miembro de Heritage Auctions y el fundador de una tienda de videojuegos asociada con WATA y todo resulta ser un reclamo publicitario para un movimiento que sigue ganando fuerza y enriqueciendo a las dos empresas promotoras.
De ahí a la aparición de un cartucho idéntico en Pawn Stars (El programa televisivo de la casa de empeños de Las Vegas), donde hablaban de un valor millonario para el juego y afirmaban que Wata Games era la referencia para el certificado (a pesar de que VGA llevaba ya años haciendo el mismo servicio), incluso hizo acto de presencia el fundador de Wata Games para dar un empujoncito al valor del videojuego.
Las transacciones sospechosas y las apariciones en prensa de las mismas caras conocidas continúan y, desde entonces, miles de personas y cientos de canales de Youtube dedican su tiempo completo a la búsqueda de juegos precintados para su posterior certificación con la esperanza de dar con una transacción millonaria.
No queremos destripar el contenido del documental, pero nos damos cuenta de que la figura de la burbuja especulativa ya ha comenzado. A partir de aquí y sabiendo hacia donde vamos, queda a vuestra elección si subir al “tren del dinero” o si preferís quedaros en la barrera para verlo descarrilar.