Melyssa Pinto confiesa qué secuelas le ha dejado 'Superviveintes': "Ahora voy por la calle y me quiero tumbar"
La influencer ha vuelto a su canal de Mtmad para contar cómo le está costando adaptarse de nuevo a la vida en sociedad
Melyssa Pinto ha vuelto a su canal de Mtmad, Paraíso Melyssa, un mes después de haber abandonado la isla de Supervivientes como tercera finalista del concurso de Telecinco para confesar cómo su paso por Honduras le ha cambiado la vida y cuáles han sido las consecuencias que todavía está sufriendo a casusa de su aventura.
La influencer y diseñadora ha arrancado su vídeo confesando que su paso por el reality de Mediaset ha supuesto un antes y un después para ella. Aunque se encuentra bien y ha vuelto a ganar todo el peso que perdió durante los meses de concurso, Melyssa ha asegurado a sus seguidores que "la vida normal" todavía le resulta algo estresante.
"Estaba acostumbrada al relax, a no estar todo el día con el teléfono, a hablar solamente con las personas que estaban a mi alrededor y ahora es como... hablar con todo el mundo que te conoce, con amigos, con la familia, quedar con unos, quedar con otros, el trabajo... y se acumula todo y te agobia un poco", ha confesado la ya exconcursante.
Para la catalana uno de los grandes cambios vitales que le ha conllevado su paso por Honduras ha sido aprender a estar sola y a disfrutar de ello. Según ella misma ha explicado ahora necesita más que antes su propio espacio.
Las secuelas de Melyssa
Además de esta necesidad de espacio personal, Melyssa también ha notado cambios en su comportamiento o instintos desde que regresó del Caribe. "Ahora voy por la calle y en un momento dado me entra el puntazo y me apetece tumbarme en el suelo y me quiero tumbar en el suelo", ha desvelado la influencer, que, además, se ha mostrado preocupada y consiente de que esto es un problema, porque la vida real no es Supervivientes y por mucho que le apetezca, no puede tumbarse en el suelo cada vez que le venga en gana.
Sin embargo, Melyssa también ha confesado que hace unos días, cuando se encontraba con unas amigas disfrutando de un paseo junto al mar, tuvo la necesidad de tumbarse en el suelo y al no haber mucha gente en la zona en la que ellas estaban, lo hizo durante cinco minutos para así conseguir relajarse.
"Otra anécdota que me ha pasado es que, esté donde esté, si tengo ganas de hacer pipí es como que ya veo normal ir por aquí y tener que bajarme los pantalones y hacer pis. Lo veo normal y es algo que no es normal", ha explicado la catalana. Eso sí, Melyssa ha querido aclarar que no lo ha hecho en ningún momento. "He sido consciente y no lo he acabado haciendo, pero muchas veces me entran ganas de hacer pipí y digo, pues mira, hago pis aquí mismo y no tengo que buscar un lavabo. Pero luego pienso, no Melyssa. Esto no se hace, no eres un simio", ha reflexionado la exsuperviviente.
Por otro lado, Melyssa ha confesado que desde que volvió de la isla no deja de comer galletas rellenas de cacao y la propia crema de cacao en sí. Tanto es así que asegura que ha creado una obsesión con el dulce.
Por último, en cuanto a las secuelas físicas, Melyssa ha asegurado que ha vuelto a tener la menstruación después de cuatro meses y que en lo que se refiere a su estómago, ya se encuentra mucho mejor pese a que, como le avisaron los médicos, ha tenido algunos problemas para volverse a adaptar a una dieta normal después de pasar tres meses comiendo pescado, coco y almendras.
Carolina Martínez
Periodista y SEO editorial en LOS40. Propongo estrategias y escribo sobre todo lo que mande la actualidad....