Especial
David Otero recuerda las giras de El canto del loco con uno de los actores de ‘La casa de papel’ en el equipo
Tony Aguilar ve con él las imágenes de aquellos tiempos en los que el actor formaba parte del equipo
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La casa de papel es una de esas series que si estrena temporada todo el mundo está hablando de ello. Es lo que tiene haberse convertido en uno de los fenómenos de Netflix. Y claro, cualquiera de los actores que se ha puesto el mono rojo y la careta de Dalí se ha hecho un poco más famoso tras formar parte del proyecto.
Es lo que le ha ocurrido a Hovik Keuchkerian, un actor de origen libanés que ha dado vida a Bogotá. Pocos le conocían con anterioridad y eso que había sido dos veces campeón de España de peso pesado. Pero cuando dejó el boxeo, se quedó sin un sueño que perseguir y eso repercutió en su vida. El alcohol empezó a ser una constante que acabó deteriorando su estado físico.
Ha encontrado en la actuación una tabla de salvación y, sin duda, este papel ha sido muy importante para él. Pero antes de llegar aquí ha trabajado en otras cosas, entre otras, las giras de El canto del loco. Hovik era parte del cuerpo de seguridad del grupo cuando llenaban estadios y recorrían España sin parar.
Un concierto con El canto del loco
LOS40 tuvieron la oportunidad de acompañarles a uno de sus conciertos en Santiago de Compostela. Pudimos ser testigos, desde dentro, del fenómeno fan que perseguía a la banda. Años después Tony Aguilar ha rescatado esas imágenes para compartirlas con David Otero.
Ambos se han puesto nostálgicos aquellos dos miles en los que los estilismos no son los da ahora. “No usaba mucha tijera en aquella época. Tengo que reconocer que he ido más al peluquero últimamente pero que he sido siempre mi propio peluquero”, reconocía Otero.
Y en ese repaso al concierto de Santiago de Compostela hemos podido ver como Hovik era uno más en el equipo de El canto del loco. No hay más que ver el cariño con el que se saludaban a la llegada al concierto, para darse cuenta de que era uno más en la familia. “Es un tipazo espectacular”, asegura Otero.
Son tiempos lejanos que ya poco tienen que ver con su realidad actual. “A mí me encantaría vivir así, yo lo veo como una ficción, entre comillas. Mi realidad es otra completamente distinta”, confiesa.
Han cambiado muchos las cosas desde que llenaba estadios junto a su primo, Dani Martín. “Mi realidad son salas, son teatros… me encantaría que me pasara otra vez. Pero cuando tu realidad es esa, de pronto tienes conciertos maravillosos como cuando nos invitáis con LOS40 a la Mercé, por ejemplo, y das un concierto para 50.000 personas y tienes otra vez esa sensación, pero no es lo de siempre. Luego tenemos muchos conciertos en pueblos en verano, que sí son 3.000 o 4.000, que va todo el pueblo a verte y ahí sí tienes esa sensación”, explica.