Crónica: Morat enamora al Wizink Center de Madrid con un concierto lleno de sorpresas
La banda colombiana monta una fiesta con un público totalmente entregado
Son cuatro amigos que se conocen desde los cinco años. Con el paso de los años, lucharon por conseguir el sueño de cualquier artista: vivir de la música y, sobre todo, que le guste a los demás. Lograron esta aspiración entre Bogotá y Madrid, las dos ciudades que los vieron crecer. Ahora, en la segunda de ellas, Morat se han consolidado el 11 de septiembre de 2021 en el recinto de las grandes citas: el Wizink Center.
Con un lleno hasta la bandera (bajo lo que permite la pandemia), Susana Cala fue la encargada de ir calentando motores para lo que vendría después. Con un estilo realmente similar al cabeza de cartel, recibió el cariño unánime de los espectadores. Se retiró minutos antes de las 21:00, pero volvería más tarde para una de las sorpresas de la noche.
Varios temas de The Lumineers sirvieron para que el público no se impacientara. El volumen subía progresivamente hasta que, por fin, aparecieron los cuatro protagonistas con el tema que todos esperábamos: A Dónde Vamos, el cual le da nombre al último disco y gira de Morat. Canción pop y altamente pegadiza que provocó los primeros de los incontables gritos desde las gradas. Y es que, además, contiene una frase que hace derretir a los madrileños: "No hay trago que sepa tan bien, como tus labios en Madrid".
La fiesta no había hecho más que empezar y Amor con Hielo, uno de sus clásicos de su álbum debut, fue la elección perfecta para que siguiera la euforia colectiva. Al Aire y No hay Más que Hablar fueron las siguientes de su nuevo álbum: no hubo voz que no las cantara.
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Sorpresas y juegos con el público
El ecuador del concierto estuvo plagado de sorpresas y juegos con el público. Para empezar, Susana Cala volvió a coger el micro para cantar junto a Morat Presiento, la canción que lanzaron hace dos años junto a Aitana. Luego, Primeras Veces llenó de estrellas que se movían al compás de la canción gracias a las linternas de los móviles. ¡Pelos de punta!
Después de la balada De Cero, Martín se convirtió en protagonista absoluto del show. El hombre de las baquetas fue la voz principal de Mi Suerte y más tarde hizo un juego con el público, dividiéndolo en tres partes y formando una "batería humana". ¡Fue uno de los mejores y más divertidos momentos! Además, también utilizó un instrumento llamado spacedrum con un sonido espectacular.
Pero para sorpresas, la que se llevó una única afortunada de las primeras filas del Wizink. Ella fue la encargada de dejar su firma en el piano de Morat, siguiendo la bonita tradición que los colombianos están llevando a cabo en su gira.
Evidenemente, no podía faltar Porfa No te Vayas (el hit con Beret), Acuérdate de Mí o un tema con Simón siendo la voz principal. Conocemos de sobra la energía del bajista de Morat, pero no deja de sorprendernos. Con él, todos gritamos... "¡Cuando el amor se espaca nunca dice adiós!"
Final apoteósico: ¡Cómo te atreves a volver!
Para el final quedaron algunas de las canciones más queridas de lo presentes. Juan Pablo y Villa fueron los protagonistas de Aprender a Quererte, la reguetonera Cuando Nadie Ve y Besos en Guerra. Las tres sonaron como ninguna otra, en una mezcla de amor, nostalgia y pasión de la cual todos fueron partícipes.
Se despidieron para volver con el broche final apoteósico que se merecía Madrid. No Se Va fue el aperitivo del tema que los catapultó a la fama: Cómo te Atreves. Las miles de gargantas, bañadas por confeti, lo dejaron todo con esta canción que tantos recuerdos del verano de 2016 habrán revoloteado por las mentes de los fans.
En este atípico momento que atraviesa el planeta, Morat ha sabido poner un oasis de luz rebosante de amor a una noche que quedará intacta en su memoria y la de sus seguidores: ya sabemos "a dónde van", y nosotros queremos seguir con ellos.