Si sólo puedes comprar un comic de Ojo de Halcón…
Presentamos el imprescindible en el que se basa la serie de Disney+
Como sabrás, Disney+ ha puesto fecha de estreno a la serie de Ojo de Halcón, recién salida del horno, que llegará al servicio de streaming el próximo 24 de noviembre, para iniciar su andadura de camino a la Navidad.
Pese a que ya hemos hablado aquí de algunos de los grandes éxitos de este personaje, hemos creído conveniente recuperar la que, posiblemente, sea su mejor etapa y, de paso, la que ha puesto el logo y el espíritu en la serie que protagonizará Jeremy Rener.
No descubriremos nada a los aficionados al cómic; la etapa de Ojo de Halcón firmada por Matt Fraction y David Ajá puso en las estanterías de ambos artistas un buen número de premios Eisner que pusieron esta serie en los radares de medio mundo.
El acercamiento de Matt Fraction al personaje de Clint Barton tuvo un enfoque muy poco habitual para el cómic super-heroico. Lejos de las grandes amenazas de villanos con ganas de destruir el mundo, Clint tuvo que hacer frente al día a día de su ciudad en una serie de capítulos que iban cambiando de escala con el paso de las páginas.
En las páginas de esta serie veremos al héroe enfrentándose a la mafia de su barrio, comprando un edificio para ayudar a los inquilinos, instalando en casa un home-cinema junto a Tony Stark, ayudando a los vecinos durante una riada o enfrentándose a un grupo de ninjas con maliciosas intenciones, por ejemplo y entre muchas otras situaciones.
Es un cómic diferente; que cambia la escala para las aventuras de un super-héroe y que apuesta también por un enfoque narrativo diferente.
Matt Fraction y David Aja huyen de las páginas que explotan de acción con pocas viñetas y apuestan por ese punto costumbrista tan difícil de ver en el mundo del cómic americano. Páginas cargaditas de viñetas, pero no necesariamente cargadas de texto que a veces simplemente quieren hacernos sentir que pasamos el tiempo junto al protagonista. Una forma de contar historias que a veces puede recordar a grandes narradores europeos como nuestro Paco Roca.
El trabajo de Matt Fraction es un verdadero soplo de aire fresco para el medio, poder convivir con un super-héroe de una forma tan íntima es algo casi sin precedentes y que nos hace devorar la serie como no hemos hecho antes.
El dibujo de David Aja, por su parte, parece hecho a medida y probablemente lo sea. Este artista patrio, del que tan orgullosos deberíamos estar, tiene registros más complicados que el que ofrece en Ojo de Halcón pero, una vez más, este cómic busca algo diferente.
No tendría sentido poner a dibujar a David Finch en un cómic como este, en el que es tan importante (o más) la historia de cómo Clint Barton encuentra y adopta a su perro que las comedidas secuencias de acción contra mafias, ninjas o persecuciones de carácter casi divertido que tiene el libro.
La claridad y la corrección del trazo de Aja y los excelentes colores planos de Hollinsworth y Bellaire son exactamente lo que necesita esta serie. Un dibujo simpático, de nuevo casi costumbrista, que te hace navegar por las viñetas a una velocidad de vértigo sin perder al lector en musculaturas y demás detalles innecesarios.
Lo mejor de todo es que Panini ha recopilado esta increíble etapa de Ojo de Halcón en un solo volumen de dimensiones generosas y calidad intachable. Un dispendio de 45 euros que, más allá de estar totalmente justificado en términos de calidad y cantidad, nos parece sencillamente imprescindible en cualquier librería.
Si este volumen os supiera a poco, quedará a tiro la posterior etapa guionizada por Jeff Lemire, que Panini ha editado siguiendo el mismo patrón y que convertiría un ‘tomo increible’ en una ‘colección increible’.
Recuerda, te guste o no te guste ‘Ojo de Halcón’, este tomo es impresincidble.