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Almudena Amor, la joven actriz y promesa del cine español
A sus 27 años la actriz ya ha trabajado con Paco Plaza en 'La abuela' y con Fernando León de Aranoa en 'El buen patrón', donde se ha encarado con el mismísimo Javier Bardem
A sus 27 años Almudena Amor ya ha conseguido uno de los logros más complicados a los que se enfrenta cualquier persona que estudia interpretación: que le reconozcan su talento. Tanto Fernando León de Aranoa (Los lunes al sol) como Paco Plaza (REC) han encontrado en Amor una mina de oro, y por eso la han escogido para ser su actriz protagonista en sus dos proyectos estrella de 2021.
Uno de ellos es El buen patrón, que a partir de hoy, 15 de octubre, está disponible en cines. Una comedia negra, negrísima, con una pizca de la sátira de Berlanga y Azcona pero que esconde un trasfondo muy social con el que muchos españoles y españolas se sentirán identificados y en el que Javier Bardem nos regala una de sus interpretaciones más brillante (lee nuestra crítica aquí). La otra es La abuela, donde Paco Plaza explora de nuevo el género de terror con una inquietante historia sobre una modelo que regresa a Madrid para cuidar de su abuela.
Dos títulos que van a dar mucho de qué hablar este 2021 y que probablemente aúpen a Almudena Amor a lo más alto del estrellato español. Porque no dudamos ni por un segundo de que ella pueda estar nominada al Goya a mejor actriz revelación, y quién sabe incluso si El buen patrón, que ha sido preseleccionada por España para los premios Óscar, consigue llevarse una de las estatuillas más prestigiosas de Hollywood. Desde luego, formar parte de este tipo de repartos es empezar por todo lo alto.
Tú tienes 27 años y hasta ahora no sabíamos nada de ti. ¿Cuánto llevas metida en esto de la interpretación.
Llevo haciendo teatro desde los 15 años. Luego estudié publicidad pero al acabar con 22 años empecé a estudiar interpretación de forma profesional. Entonces estuve formándome haciendo videoclips, cortometrajes y podemos decir que la cara visible, donde la gente se entera que eres actriz, ha empezado ahora, aunque llevo muchos años siéndolo. O al menos luchando por estar en ello.
Y te formaste en...
Estuve un año en Corazza e hice la experiencia completa en Mar Navarro.
¿Cómo pasas de hacer publicidad a trabajar con Javier Bardem en la película seleccionada por España para los Óscar? Es empezar por todo lo alto, ¿no? Imagino que ha sido una experiencia fuerte.
Ha sido una experiencia súper fuerte y súper bonita. Nunca te esperas que te pueda pasar algo así, independientemente del tiempo que lleves. Estar en un proyecto con Fernando León, Javier Bardem, Manolo Solo... te llegue por donde te llegue va a ser una gran noticia.
El momento en el que Mediapro levanta el teléfono, te llama y te dice que vas a ser una de las protagonistas de El buen patrón... ¿Cómo reaccionas? ¿Qué es lo primero que haces cuando recibes esta noticia?
Llamar a mi madre. Siempre. Primero emocionarme yo (risas) y luego llamar a mi madre. Haces una prueba y tú notas por dónde va la energía. Yo sentía que Fernando y yo habíamos conectado, pero nunca sabes a quién más van a ver, qué factores le van a influir... pero mucha emoción, muchas ganas.
¿Y qué tal fue trabajar con Javier Bardem? Porque es un hombre que por su trayectoria puede intimidar bastante: ha trabajado con los Coen, ha sido villano de James Bond, es el actor más famoso de España, con perdón de Antonio Banderas… y además tiene un personaje que, aunque divertido, impone bastante… ¿Cómo fue ponerse frente a él y empezar a actuar?
Hay que hacerlo poco a poco. Él es un tío súper normal, buen compañero, un gran actor, y él va a currar como todos. Los primeros días yo estaba procesando que él era mi compañero de trabajo, pero después de un par de ensayos todo fue normal. Te pones a currar como si fuera cualquier otro compañero. Es un gran profesional que no te hace sentir ni más ni menos; todos trabajamos juntos para sacar adelante la película.
¿Qué fue lo más complicado para ti de rodar El buen patrón?
Yo creo que el aceptar el punto en el que estoy. Estaba trabajando con actores que llevan muchísimo tiempo en la profesión y que son muy buenos, igual que el director, así que debía aceptar mi lugar y mi posición. Y creer que si el director me ha escogido es porque sabe que lo puedo hacer y confiar en mí misma. Quizás no es lo que más me ha costado pero sí lo más importante; crear un espacio para estar ahí, disfrutarlo y ser igual que el resto. De primeras quieres estar a la altura pero las posiciones son diferentes, y tienes que aceptarlo.
Estrenas El buen patrón, dentro de unos meses llega La abuela de Paco Plaza, también trabajas en uno de los episodios de Historias para no dormir de Amazon Prime Video... ¿Todo esto te da vértigo?
Lo estoy viviendo con mucha alegría y al día. Obviamente tienes en cuenta hacia dónde va tu carrera y qué proyectos vas escogiendo, pero esto de los estrenos lo llevo muy al día y trato de disfrutarlo. El trabajo difícil ya está hecho. Ahora toca disfrutar y compartir con la gente. No sé cómo llevaré lo de que me reconzocan por la calle (risas). Ya veremos. Día a día.
La semana que viene quizás digas otra cosa...
Ya... (risas) Ya veremos.
La película hace un retrato sarcástico de la precariedad de muchos trabajadores sujetos a esta especie de caciques o cuñados con poder. El guion de Fernando León de Aranoa me parece muy hábil porque a través de la comedia nos hace reír con cosas muy turbias. ¿Crees que la comedia cínica, berlanguiana, es la mejor herramienta para hablar de esta clase de temas sociales? Porque es algo muy español, retratar la miseria a través de la sátira…
Yo no sé si es la mejor pero desde luego creo que funciona. Cuando he visto la película con público hay una sensación muy guay y es que la gente ríe mucho al principio pero luego cuando todo va avanzando las risas van cambiando. Predisponer a la gente a entender una historia trágica a través de la risa es muy efectivo. Y aparte después de estos años que llevamos la gente quiere reírse, compartir una historia, hay una comunión en el cine.
Más allá de ser una película muy cabrona y muy divertida, imagino que la intención desde el primer momento era construir una crítica social contra este tipo de explotaciones, ¿no? No sé si cuando estabais en el set hablabais de estas cosas, de la intencionalidad o el mensaje que buscaba transmitir Aranoa, porque se dice que El buen patrón es como el reverso de Los lunes al sol.
Eso lo trabajó más Fernando. Nosotros estábamos muy metidos en el drama, no en el humor, y tomándonos las historias muy en serio. Fernando trabaja muy fino, trabaja los matices, repite, es muy artesano del cine. Hay algo de trabajar muy fino las intenciones de cada personaje, entender muy bien la historia, pero no tanto trabajar sobre el mensaje global. No sé si con Javier lo pudo trabajar, pero conmigo elaboramos sobre todo el personaje, la intención y lo que estaba pensando, no tanto el mensaje de la película. La diferencia con Los lunes al sol es que en El buen patrón los personajes están bastante solos. Se trabaja mucho sobre el individualismo, qué interés tiene cada personaje y hasta dónde está dispuesto a llegar. Y qué puede estar bien visto y qué no. Los lunes al sol al final era un grupo, una comunidad, pero en esta es ver bien qué busca cada personaje.
Tu ambición como actriz… ¿Cuál es? ¿Qué tipos de proyectos te interesaría hacer? ¿Con qué tipo de cine te gustaría que te asociaran?
A mí me encanta el cine de autor, pero luego hay muchos proyectos que no están tan dentro y que me hacen estar muy abierta. No quiero cerrarme nada. Quiero ver las oportunidades que van llegando y comprobar si yo como actriz voy a expresar bien ese personaje, voy a contar bien esta historia o si me puedo meter en su piel de una forma fiel. Yo soy muy fan de la verdad en el trabajo, así que quiero tirar por ahí. No me cierro a proyectos. Pero yo, como espectadora, soy muy de cine de autor.
Dentro de ese cine de autor se me ocurren tantos títulos...
A mí me encanta el cine francés. Haneke, Ozon, Lars von Trier, David Lynch, Wong Kar-Wai... nada especial, quiero decir, nada especial para alguien que le gusta mucho el cine (risas). Me gusta el cine un poco extraño y que vaya mucho de la profundidad de los personajes. Me encanta ver a los personaje al límite, estar en espacios a los que no estamos acostumbrados. Luego de autores españoles me encantan Sorogoyen, Icíar Bollaín, Belén Funes; estamos en un muy buen momento y hay apuestas muy creativas.
¿Prefieres cine o televisión?
En el cine hay algo muy guay de entrar a la sala y que la peña vaya a ver una película entera, no en casa sino en silencio, en grupo. Hay algo muy bonito en eso. Pero como te decía no me cierro a nada: hay series buenísimas y tampoco me cierro al teatro. De hecho, yo empecé ahí y es un medio al que volvería.
¿Qué le podrías decir a todos esos actores y actrices que están ahora mismo están formándose?
Es un consejo complicado porque es una profesión un poco compleja (risas). Pero que sean ellos mismos. No hay una fórmula para llegar. Cada persona llega por una vía y lo que tienen que hacer es currar mucho. Si están en la escuela que se lo tomen en serio y curren mucho, porque luego todo eso que aprendan en el momento en el que les llegue la oportunidad hay que aplicarlo de inmediato. En cine y tele se trabaja rápido. Que curren mucho y que se conozcan a sí mismos; no solo como actores sino como personas; que vayan trazando el camino a su manera. No hay una forma única de llegar.