Freddie Mercury y sus relaciones de amor-odio. Así se llevaba con Michael Jackson, Bowie o Sex Pistols
Un nuevo libro desarrolla las rivalidades, luchas de egos y amistades del líder de Queen con otros artistas
Si atendemos a los numerosos documentos biográficos que se han escrito sobre Freddie Mercury, uno de los rasgos más claros de su personalidad es que era una persona compleja. Su gran talento le llevó a ser uno de los mejores artistas de la música, y su fama le llevó a codearse en las más altas esferas, no solo con compañeros de profesión, sino también con miembros de la realeza como Lady Di.
Como buena estrella de la música en la que se convirtió, Freddie Mercury formó parte de ese club de celebrities que tenía actitudes idólatras, y se sentía legitimado para amar u odiar a otros artistas con libertad. Desde que llegó a la fama con Queen, al vocalista siempre se le han atribuido trifulcas y rivalidades con otros músicos igual de influyentes. En Magnifico!: The A to Z of Queen, el periodista Mark Blake, uno de los entrevistadores de la banda durante décadas, desgrana esas relaciones de amor-odio que Mercury llegó a tener con los demás artistas de su entorno.
Para empezar, destaca la cercana amistad que forjó con la soprano Montserrat Caballé. Mercury siempre fue un apasionado de la ópera, y durante la gira de A Kind of Magic (1986), el cantante de Queen se refirió a ella en una entrevista como "la mejor voz de todos los seres humanos vivos". Su admiración por la soprano española se cristalizó en los Juegos Olímpicos, evento para el que el cantante compuso Barcelona para cantarlo con ella. "Él era un fan enorme de la ópera y había ido a verla en Londres, en Covent Garden. Nunca se centró únicamente en música rock o música pop. Tenía toda una serie de influencias extrañas", comenta el autor sobre el artista en un capítulo en el que habla de la relación de Freddie con la soprano.
La tensa relación con Michael Jackson
Dos grandes estrellas como Son Freddie Mercury y Michael Jackson estaban destinados a chocar. El libro también menciona el tenso roce que ambos protagonizaron. Según cuenta Mark Blake, en 1983 el Rey del Pop invitó al líder de Queen a grabar algunas canciones en su casa de California.
Esta colaboración sucedió pero no del todo, porque Freddie Mercury tuvo que regresar a Londres y dejó a su compañero sin completar algunas de las canciones. De hecho, los dos únicos temas que Freddie grabó para el álbum Victory de Michael Jackson fueron lanzadas con la voz de Mick Jagger y no con la suya. Esto cabreó al líder de Queen. Cuatro años después, Mercury bromeó diciendo que "deberíamos titular nuestro próximo álbum como Good para contrarrestar el Bad que había lanzado Jackson.
La amistad competitiva con David Bowie
Más sana fue la relación que Mercury mantuvo con David Bowie. Es cierto que en un primer momento existió una rivalidad entre el líder de Queen y el autor de Heroes, pero ambos supieron adaptar sus propios egos por una buena causa: crear un dueto en el que ambos brillaran por igual.
De esa manera nació Under Pressure en 1981. Las exigencias de David Bowie a lo largo del proceso fueron constantes. El músico plasmó su voluntad artística en la mayoría de las decisiones, incluido el nombre. People on the Streets iba a ser el nombre de la canción, pero finalmente se eligió el nombre que quería. También exigió estar presente en la mezcla del disco con Mercury bajando al estudio para ayudar a mediar entre él y el productor Reinhold Mack. Incluso en algunos casos se ha hablado de que Bowie trató de bloquear el lanzamiento original de la canción, pero finalmente supieron entenderse.
El choque de egos con Sex Pistols
Freddie Mercury se sintió humillado cuando se encontró por primera vez con la banda Sex Pistols en un estudio de grabación de Londres en 1977. Mark Blake relata en los extractos del libro que la banda de punk no estaba de acuerdo con la música de Queen y llegó a cuestionar su canciones. "Al principio nos miramos con sospecha, pero eran niños con los pies en la tierra", le explicó Roger Taylor a Blake. Por supuesto, con uno de ellos no llegaron a hacer buenas migas: "Excepto Sid Vicious. Él era un zoquete total".
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic