Nos ponemos nostálgicos con Edu Soto hablando de juegos de mesa ahora que el Party&Co cumple 30 años

Por mucha tecnología que invada nuestras casas y muchas consolas que pasen por nuestras manos, no hay nada como los tradicionales juegos de mesa que llevan en nuestras casas desde hace décadas y que han reunido en torno a una mesa a multitud de familias y amigos con el ánimo de competir y pasarlo bien.

Party&Co llegó a nuestras vidas en 1991. Cumple ahora 30 años y sigue siendo uno de los más recurrentes en Navidades. Solo el año pasado se vendieron en nuestro país 150.000 unidades. En total, se han despachado más de ocho millones en todo el mundo de sus diferentes versiones. Ahora mismo hay siete distintas.

Y es que, por mucho que las pantallas se cuelen en los hogares, hay cosas que siguen funcionando. Para celebrar su cumpleaños, se ha organizado un campeonato de España de este juego y Edu Soto y Luis Piedrahita han sido los anfitriones de la final.

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Hemos hablado con el actor para ponernos nostálgicos, reírnos un poco y conocer sus trucos para ganar. Lo mismo nos funcionan al resto.

¿La primera vez que jugaste al Party&Co?

Hace muchos años, lo que pasa es que luego en tu cabeza se van mezclando nombres de juegos, porque hay varios juegos que tienen algunas pruebas similares, pero te diría que es un juego mítico y hace muchos años, cuando era jovencito.

¿Qué destacarías de este juego?

La última vez que jugué, que fue la semana pasada, para hacer un poco de refrescamiento, estaba jugando con mi chica y mis padres y es muy divertido porque, de repente, puedes jugar con toda la familia y pasas un rato realmente divertido.

Dibujar, actuar, hace mímica… ¿cuál se te da mejor?

A mí lo que más me gusta es la mímica, defecto profesional. Me gusta el rollo de hacer mímica, pero a veces, con el que más te ríes es con el que peor se te da, que, en mi caso, es el de dibujar.

Es un juego para trabajar en equipo, ¿eso lo hace más fácil o más difícil?

Acabamos de jugar en el campeonato y los chicos que han ganado, del equipo en el que yo estaba, tenían un trabajo de coordinación bestial, de muchísimas cosas en clave. Cuanto más juegas con alguien, más te compenetras.

Tú que estás presenciando la final, ¿cuáles crees que son las claves para ganar?

La compenetración, el tener un lenguaje. El que hacía la mímica daba mucha información antes de comenzar, si es una película, una acción… ya tiene sus señas para indicarle eso al resto de jugadores y eso quiere decir que han jugado muchísimas veces. Es un juego muy de práctica, cuantas más veces juegues, más ventajas tienes.

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Ahora que la tecnología invade nuestras casas y rara es la que no tiene una consola, ¿qué lugar ocupan los juegos de mesa?

Para los que tenemos ganas de vivir y de compartir, lo tenemos muy en cuenta. A la vez que estamos muy tecnificados, también nos cansa y necesitamos un respiro. Llega el fin de semana y estás con los amigos y la familia y apetece hacer algo juntos. Está claro que el móvil y la Tablet nos aísla, así que, juegos de mesa cien por cien.

Aparte del Party&Co, ¿cuál es tu favorito y el que mejor se te da?

Me gustaba mucho jugar al Monopoly, que era un juego muy estratégico, pero hace tiempo que no juego porque lo tengo en casa de mis papis, pero hay muchos divertidos.

Si miráramos en tu casa, ¿encontraríamos más videojuegos o más juegos de mesa?

Videojuegos, ninguno porque no tengo máquina de videojuegos y de mesa tengo el Party, recién adquirido y luego, a cada programa que voy me dan un juego: Pasapalabra, Boom… con lo cual en la familia están contentos. Dicen ‘venga, va, consíguenos otro’.

¿Cuál es el que marcó tu infancia?

Yo estaba todo el día jugando a la pelota, jugaba al baloncesto y estaba todo el día enganchado a eso. Pero ahora me viene a la cabeza el twister, que era muy divertido jugar con los amiguetes.

Por cierto, en una partida con Luis Piedrahita, ¿tiene él ventaja con eso de dominar tantos trucos?

No sé si por los trucos o porque es un tío inteligente. Es un tío que tiene la cabeza muy amueblada y es un contrincante difícil seguro.