En el avance de ‘La isla de las tentaciones 4’ vemos desmadre en las fiestas y hogueras extremas

No han hecho falta muchos días para que las cosas se pongan ardientes en La isla de las tentaciones 4. Las parejas llegaron muy seguras al programa, unas pensando que no había nada, ni nadie, que pudiera separarles. Otras, dispuestas a ponerse a prueba y acabar con su bucle de infidelidades y demostrar que, efectivamente, están hechos el uno para el otro. Pero parece que toda esa fortaleza se ha venido abajo.

Ya veíamos en las primeras hogueras cómo la decepción se asentaba en muchas parejas que veían cómo en la villa contraria las cosas fluían superando límites que pensaban que no iban a ser capaces de soportar. En la hoguera de los chicos vimos llorar desconsoladamente a Nico tras ver cómo su chica se acercaba más de la cuenta a uno de los tentadores.

Un malestar que le duró poco porque pronto decidió tomarse la venganza y besarse con una de las chicas de su villa. La guerra de parejas a ver quién hace más daño, ya ha empezado. Un juego que, en su caso, y como ellos mismos ya habían contado, era habitual en su relación.

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La próxima semana

El caso es que las cosas no van a hacer más que empeorar, o mejorar, depende de cómo se mire. El caso es que en el avance de la próxima semana hemos visto cómo las fiestas van subiendo de tono y los acercamientos entre unos y otros son cada vez más ardientes. Los juegos suben de nivel y los lametazos son la constante en una y otra villa.

Rosario ve imágenes que no le gustan y asegura que algo “más fuerte que esto no lo voy a ver”. ¡Bendita ingenuidad! Sandra Barneda pregunta si lo que le están pidiendo es una hoguera de confrontación, lo que quiere decir que una de las parejas ha llegado a su límite.

Zoe llega a la desesperación. Una vez más la veremos llorar, aunque eso era lo esperado. Pero es que llega el momento que nos avanzaron desde el principio en el que se cuela en la hoguera de los chicos, dando un buen susto a la presentadora e infringiendo las normas del programa.

Gal.la tampoco parece muy feliz. “Te juro que yo me voy más contenta a mi puta casa, con mi puta perra porque él no la va a volver a ver”, dice tras ver imágenes de Nico. Y esto de los perros le sonará a más de uno que ya siguió la historia de Diego y Lola en la anterior edición.

También llegará el momento de poner el collar del veto, ese por el que se puede expulsar de la villa a una de las tentaciones durante 24h. Que no arregla nada, pero sirve para mandar un mensaje a sus parejas.

Si las chicas lo pasan mal en su segunda hoguera, la de los chicos no va a ser mucho mejor. De hecho, veremos la desesperación de Alejandro que asegura que va a partirse el pantalón y que quiere irse. Alcanza un estado de nervios que seguramente le pase factura.

Está claro que las emociones están a flor de piel en la isla y que nos queda mucho por ver. ¿Logrará alguna pareja salir intacta de esta aventura?