Bob Dylan vende todo su catálogo musical y grabaciones futuras a Sony Music

Bob Dylan ha vendido los derechos de todo su catálogo de música grabada a Sony Music Entertainment. Así lo ha anunciado la compañía, además de detallar que el acuerdo incluye cada álbum que el cantautor ha lanzado en sus seis décadas de trayectoria, además de los derechos de los lanzamientos futuros.

"Columbia Records y el presidente de Sony Music Rob Stringer no han sido más que buenos conmigo durante muchos, muchos años y muchos discos", ha dicho Dylan en un comunicado. "Me alegro de que todas mis grabaciones puedan quedarse donde pertenecen".

Dylan firmó por primera vez con Columbia Records en 1961 y lanzó su álbum debut homónimo, Bob Dylan, al año siguiente. Aparte de un breve periodo a mediados de la década de 1970, cuando Dylan cantó para Asylum Records de David Gaffer, ha lanzado todos y cada uno de sus álbumes en el sello.

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El cantautor, ganador del Nobel de Literatura, ha lanzado 39 discos de estudio en los últimos 60 años, además de una gran cantidad de álbumes en vivo, recopilatorios y nuevos volúmenes a su famosa 'Bootleg Series'. En total, Bob Dylan tiene uno de los catálogos más extensos y caros de toda la música, y Billboard estima que los derechos originales de Dylan valen más de 200 millones de dólares.

Dylan parece bastante interesado en conseguir dinero en efectivo. El cantante había vendido previamente los derechos de publicación de su trabajo a Universal Music en 2020 por una suma reportada de más de 300 millones. El trato fue uno de los más costosos de los últimos tiempos, e hizo que Universal controlara uno de los catálogos musicales más fructíferos y valiosos de la historia.

La razón por la que los derechos de publicación valen más que los de reproducción es simple: la mayoría de la música es reproducida ahora en streaming, lo cual genera muy pocas ganancias para los artistas. La publicación de cuentas para su uso en medios como la televisión y el cine vale considerablemente más.

Una vez que Dylan vendió sus derechos de publicación, artistas como Neil Young y Lindsey Buckingham siguieron sus pasos, acumulando acuerdos multimillonarios por los derechos para reproducir sus canciones en tráileres de películas y anuncios de automóviles.