Sol Macaluso con un bebé ucraniano en brazos: “Le pedí perdón porque esto es culpa del ser humano”
Se implica personalmente con un hospital materno infantil
Todos los días vemos a Sol Macaluso al pie del cañón informando de lo que ocurre en Ucrania en diferentes programas de Mediaset. Ha demostrado que tiene una nueva forma de entender el papel del corresponsal en un conflicto de guerra. Nos ha mostrado el lado más humano y, de ahí, que haya decidido iniciar un blog para contarnos, en primera persona, lo que no tiene tiempo a contar en televisión.
“Me encantaría poder comunicar, poner en palabras, lo que genera estar acá conociendo estas historias de primera mano y recibir estas noticias, debería poder plasmarlo en texto, pero no puedo”, aseguraba en sus redes sociales. Al final lo consigue y nos permite conocer historias personales que nos ayudan a comprender la verdadera dimensión de lo que está ocurriendo.
Una de esas historias es la de Irina, una mujer embarazada que llegó a Lviv desde Kiev en uno de esos trenes que se han puesto a disposición de los refugiados. Tras la destrucción del hospital de Mariúpol, muchas mujeres en estas circunstancias están siendo evacuadas a este lugar.
La llevaron directamente a un hospital materno infantil. En aquel momento no había alarma de bombas y todo indicaba que podría dar a luz más o menos tranquila. Pero se ha demostrado que no hay que dar nada por sentado.
“Sus contracciones indicaban que el bebé estaba por llegar. Le habían puesto la anestesia epidural cuando comenzó a sonar la alarma que anuncia el peligro”, contaba Macaluso en su blog.
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Un parto complicado
En esas circunstancias tan complicadas tuvo que bajar al sótano para ponerse a salvo. “Completamente desnuda y expuesta, Irina tuvo que bajar al sótano del hospital y retrasar su parto más de media hora”, informaba.
Finalmente, todo salió bien y eso nos ha permitido ver a la reportera con su bebé en brazos. Y no es un caso aislado, hay muchas madres que están dando la bienvenida a sus hijos en estas circunstancias.
“Acaricié a cada uno de esos bebitos que llegó al mundo en estos últimos días, -este loco e incomprensible mundo-, les pedí perdón porque esto es culpa del ser humano, abracé a sus madres y después de unas horas me fui impotente por no poder hacer más…”, expresaba con impotencia.
“La mayoría son madres primerizas, con el miedo que implica el primer embarazo, el primer bebé, y lo tienen que vivir en este contexto”, aclaraba Macaluso.
La reportera no puede mantenerse al margen de lo que le rodea y se implica, no es una mera observadora. De ahí que esté recogiendo dinero a través de sus redes sociales para ayudar a que ese hospital donde nació el bebé de Irina pueda subsistir y siempre con la esperanza de que no se convierta en el próximo objetivo del ejército ruso. No sería el primero.
“Mis respetos y admiración para todas estas mujeres, médicas, enfermeras, madres, que pudiendo abandonar el país deciden quedarse en la tierra que las vio nacer, resistiendo, y dándonos un ejemplo de lucha a todo el mundo entero. Ellas: las verdaderas heroínas”, terminaba reconociendo.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...