‘Jumpin' Jack Flash’: El hit de los Rolling Stones inspirado en las ruidosas botas del jardinero Jack Dyer
Es la canción que encarna la esencia del grupo y la que más veces han tocado en directo
Jack Dyer era un gran tipo. Un hombre de campo que Keith Richards había contratado para que cuidara el jardín de Redlands, su casa en el condado de Sussex. Jack y sus ruidosas botas de goma fueron el origen de uno de los grandes himnos rock de la historia, la canción que encarna la esencia de los Rolling Stones. Es también la que más veces han tocado: ha sonado en todas sus giras, en cada uno de sus conciertos, desde su lanzamiento en 1968. Esta es la historia de Jumpin' Jack Flash.
Clump, clump, clump… ¿qué es eso?
Jumpin' Jack Flash nació en 1967, en Redlands, una gran casa de campo situada en la localidad de West Wittering, en Sussex, al sudeste de Inglaterra. Keith Richards había comprado la propiedad en 1966 y estaba allí, pasando unos días junto a su amigo Mick Jagger. Eran las 6:30 de una mañana típica inglesa: gris y lluviosa.
“Mick y yo estábamos en mi casa. Habíamos estado despiertos toda la noche; el cielo estaba empezando a ponerse gris. Si recuerdo bien, estaba lloviendo a cántaros”, contó Keith en Guitar World. “Los dos estábamos destrozados. Mick estaba en el sofá y yo en una butaca con una guitarra. Y de repente, el sonido de estas botas pasando por la ventana: clump, clump, clump. Tenías que haber estado ahí para escucharlas. Mick se levantó, '¿Qué es eso?'”.
Jack ‘el saltarín’
‘Morritos Jagger’, que entonces tenía 24 años, se había llevado un buen susto cuando escuchó “esos grandes pasos, esas grandes botas de goma que pasaban por la ventana”. Pero Keith le tranquilizó: “Miré a través de la ventana. Era mi jardinero, un gran tipo. Era como si esas botas nos hubieran sacado del estupor. Y simplemente le dije ‘Es Jack. Es Jack saltando (jumpin' Jack)”.
El ‘saltarín’ Jack, la persona que había contratado Keith Richards para que cuidara su jardín, “había vivido en el campo toda la vida”, explicaba el guitarrista de los Stones. “Voy a decirlo: Jack Dyer, un viejo inglés de pueblo. Una vez le pregunté ‘¿has estado alguna vez en la ciudad?’. Y ‘ciudad’, para un inglés, significa Londres ¿vale? Y me dijo ‘Oh sí, estuve allí el Día de la Victoria, cuando terminó la guerra. En realidad, quería decir que había estado en Chichester, una ciudad a 11 km de donde estábamos”.
“Y Mick dijo… ‘Flash’”
Ya tranquilo, después de que Keith le explicara que el misterioso ‘clamp, clamp’ procedía de los ‘saltos’ del jardinero, la historia continuó así: “Tenía mi guitarra afinada y empecé a juguetear cantando ‘Jumpin’ Jack’ y Mick dijo ‘Flash’. Se acabó de despertar. Y, de repente, teníamos esta maravillosa frase, con un gran ritmo y que sonaba tan bien. Estábamos completamente despejados y empezamos a trabajar con esas palabras. Nunca sabes cuando vienen las cosas”, explicaba Richards.
El ‘regreso a casa’ de los Stones
Jumpin’ Jack Flash, el himno rock con nombre de jardinero, fue el “regreso a casa” de los Rolling Stones. Un retorno a sus raíces blues, a la esencia de ese sonido distintivo del que se habían desviado en sus anteriores lanzamientos, especialmente en el controvertido y psicodélico Their Satanic Majesties Request (1967).
Para Mick Jagger, Jumpin’ Jack Flash… “no tiene nada que ver con amor, paz y flores”. En una entrevista con Rolling Stone, detalló que la esencia de la canción era el regreso al sonido de sus comienzos y que estaba “fuera de toda la acidez de Sus Satánicas Majestades. Es sobre atravesar tiempos duros y superarlos. Es una metáfora sobre cómo escapar de las cosas ácidas”.
Empezó a grabarse el 12 de marzo de 1968 en el estudio Olympic de Londres. Aunque coincidió con las sesiones de Beggars Banquet, no formó parte de ese álbum. Según Charlie Watts, “lo hicimos deliberadamente como single”. De esas sesiones, el recientemente fallecido batería, recordaba: “Keith tocaba mi tambor de suelo para dar ese sonido boom-da, boom-da. Ahora se programaría en bucle o algo por el estilo. El sonido de Jumpin' Jack Flash es muy cercano porque nos sentamos unos pegados a otros en el estudio, algo de lo que la mayoría de los ingenieros se sorprendería hoy en día. Nadie hace eso”.
¿De quién es el riff con el que Keith Richards “levita”?
Keith Richards se enorgullece del riff de guitarra. En 2020, reveló en Guitar World que era el cuarto favorito de todo el catálogo de los The Rolling Stones. Dijo que de sus únicos riffs preferidos son los de Paint it black, Mother’s Little helper, (I can’t get no) Satisfaction… y Jumpin’ Jack Flash. “Cuando consigues un riff como el de ‘Flash’, te sientes muy eufórico, es delicioso… Levitación es probablemente la analogía más cercana a lo que siento”.
Sin embargo, en su autobiografía ‘Stone Alone’, Bill Wyman asegura que el distintivo riff de guitarra de Jumpin’ Jack Flash surgió un día en el local de ensayo, junto a Brian Jones y Charlie Watts. “Me senté al piano y empecé a hacer este riff, da-daw, da-da-daw, da-da-daw, y Brian tocó un poco la guitarra y Charlie llevaba el ritmo. Estuvimos trasteando 20 minutos, para llenar el tiempo. Cuando Mick y Keith aparecieron, paramos. Nos dijeron ‘Hey, eso sonaba realmente bien, continuad, ¿qué es?’. Y al día siguiente lo grabamos. Mick escribió una magnífica letra y se convirtió en un single realmente bueno”. Sin embargo, en los créditos solo figuran Mick Jagger y Keith Richards… algo que a él nunca le gustó.
Mejor que “algunos discos horribles que han sido Número Uno”
Coincidiendo con su lanzamiento, el 24 de mayo de 1968, Mick Jagger manifestaba: “Me encantará si es un éxito, pero eso es lo que espero siempre. Creo que es un buen disco, pero tampoco voy a decir que la gente ha perdido la cabeza si no lo compra. Tiene un bonito y contagioso estribillo y una buena interpretación. Hemos tenido algunos discos horribles que han sido Número Uno, y otros divertidos. Pienso que este disco es mejor que todos esos”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop