Especial
Manic Street Preachers: Siguiendo los últimos pasos de Richey Edwards
Su paradero sigue siendo un misterio...
Podría haber escenificado deliberadamente su propia desaparición. O podría haberse suicidado. Todo es un misterio sin resolver, un caso extraño que ha seguido generando titulares durante casi tres décadas. La única certeza es que Richey Edwards, el guitarrista de Manic Street Preachers, no ha vuelto a dar señales de vida desde el 1 de febrero de 1995. De cuando en cuando, salen a la luz nuevos datos, aparecen testigos que aseguran haberle visto. Incluso en marzo de 2002, la prensa inglesa nos sorprendía con una noticia terrible: la aparición de ‘misteriosos pies humanos’ en estado de descomposición, cerca del lugar donde supuestamente se le perdió definitivamente su pista. Poco después la policía descartaba que fueran del músico galés.
Al margen de todo este abanico de especulaciones y leyendas urbanas, existen hechos corroborados y significativos de los días previos a aquel en el que se perdió el rastro de Richey Edwards en el Hotel Embassy de Londres.
21 de diciembre de 1994: Su último concierto con Manic Street Preachers
El 21 de diciembre de 1994, Richey tocó su último concierto con Manic Street Preachers en el London Astoria. Presentaban el que entonces era su último álbum, The Holy Bible, que se convertiría también en el último en el que participó el guitarrista y letrista de 27 años. El mítico concierto culminó con la banda destrozando todo su equipo y haciéndolo pedazos. El bajista, Nicky Wire, diría posteriormente: "¡Sentimos que era el final!”.
14 de enero de 1995: Su profundísima tristeza tras la muerte de su perro
Era conocido el comportamiento extraño de Edwards, a menudo agravado por la depresión, la anorexia, el consumo de drogas o los brotes de autolesión. A pesar de los intentos de rehabilitación, y del apoyo recibido por sus compañeros, amigos y familia, nada parecía revertir la espiral descendente del guitarrista. Todo empeoró el 14 de enero de 1994, cuando falleció su adorado perro y sufrió una profundísima tristeza. Ese día, junto a su hermana Rachel, enterró al animal que había sido su compañero durante 17 años. A continuación, se afeitó por completo el pelo y empezó a actuar incluso de una forma más extraña que lo habitual.
23 de enero de 1995: Su última entrevista
El 23 de enero, Riche habló con un periodista japonés de la revista Music Life. Fue su última entrevista. Entre las cosas que dijo destaca esta frase: "La gente intenta decir que es fuerte. Pero no es verdad. Todo el mundo es débil”. Ese fue también el día en el que sus padres, Graham y Sherry, le vieron por última vez.
31 de enero de 1995: Su llegada al Hotel Embassy de Londres
El martes, 31 de enero, Richey y James Dean Bradfield (líder de Manics) llegaron a Londres. Se alojaban en el hotel Embassy. Su propósito era preparar su vuelo a Estados Unidos para un tour promocional. Ambos estuvieron en el aparcamiento del hotel escuchando algunas demos que habían grabado. James lo recordaba en la revista Q: “Le pregunté ‘¿Cuál es tu favorita?’, y me dijo 'Las demás están OK, pero Small black flowers es la única que realmente me gusta'”.
Habían reservado habitaciones colindantes y Richey se dirigió a la suya, la 561. Quedaron en verse más tarde y tomar algo en los cafés y pubs cercanos a Queensway. Pero cuando James le llamó para salir, Richey declinó amablemente la invitación diciendo que quería darse un baño, que prefería quedarse y tener una noche tranquila.
Su última conversación con su madre y la visita de la misteriosa Vivian
Aprovechó para llamar a su madre, tal y como explica su hermana Rachel: “Llamó a mi madre esa tarde y le dijo que no quería ir a América. Fue la última conversación que mantuvo con Richard, pero en ningún momento ella detectó que ocurriera algo realmente malo".
Según consta en el libro Withdrawn Traces, escrito en cooperación con la hermana del músico: “En la versión de los hechos presentados al público, James fue la última persona que le vio con vida (…). Sin embargo, esa tarde, como confirmó la banda a Rachel, Richey estuvo en su habitación con una mujer llamada Vivian. La banda solo la mencionó de pasada y Rachel no pudo comprobar esa relación. No figura en ningún archivo policial al que la hermana tuvo acceso… Los intentos por averiguar algo más han sido infructuosos”.
El 1 de febrero de 1995: Su desaparición
A las 7 de la mañana del miércoles, 1 de febrero, Richey salió del hotel, se montó en su coche, un Vauxhall Cavalier, y condujo hacia Gales. Cuando Bradfield se despertó, estuvo esperándole un rato en el vestíbulo. Como no llegaba, llamó a su habitación. Tampoco obtuvo respuesta. Preocupado, pidió al personal del hotel que utilizaran la llave maestra. Cuando entraron, Richey no estaba. Encontraron la bañera llena de agua y una caja de regalo, cuidadosamente envuelta, con varios objetos en su interior: vídeos, libros, fotografías y una nota en la que había escrito ‘Te amo’. Iba dirigida a su exnovia, Jo.
Veinticuatro horas después, el manager de la banda, Martin Hall, presentó una denuncia por desaparición en la comisaría de Harrow Road. Empezó la búsqueda. Nadie sabía nada de él. "No sabemos exactamente lo que ocurrió esa noche... aun después de todos estos años no hay información sobre la noche en la que Richard desapareció”, afirma Rachel.
Pocos días después, se encontró su coche, sin batería, aparcado cerca del Severn Bridge, un puente colgante de acero, de un kilómetro y medio de longitud, que une la localidad galesa de Monmouthshire y la inglesa de South Gloucestershire. Es tristemente famoso porque los suicidas lo usan frecuentemente para morir. Supuestamente eso es lo que hizo Richey. Pero es algo que nunca se ha podido comprobar: su cuerpo nunca se encontró. Entre los objetos dispersos que se hallaron en el interior del vehículo había fotografías recientes de su familia.
¿Caso cerrado?
En 2008, 13 años después de su desaparición, el que fuera guitarrista de Manic Street Preachers, fue declarado oficialmente muerto. Su familia nunca perderá la esperanza de encontrarle. En el libro Withdrawn Traces: Searching for the Truth About Richey Manic de 2019, se proporcionan nuevas evidencias de que Edwards planeó, deliberada y cuidadosamente, su propia desaparición. En cualquier caso, parece que la frase final de este relato de misterio todavía está por escribir.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop