Phil Collins preocupa por su delicado estado físico en el último concierto de Genesis
El batería de la banda británica permaneció sentado durante todo el show aquejado de problemas de salud
Después de medio siglo de carrera, y de consolidarse como una de las grandes bandas de la música, Genesis se ha despedido para siempre de los escenarios. La banda ha protagonizado el último de los tres conciertos que tenían programados en Londres en medio de una gran expectación. Mike Rutherford y Tony Banks han acompañado a Phil Collins, que ha tenido que ofrecer el concierto sentado en todo momento debido a los problemas de salud que arrastra. Los fans del grupo han podido comprobar la imagen frágil del batería.
"Supongo que después de esta noche todos tendremos que conseguir trabajos de verdad", bromeó Collins al final de este concierto, que estaba programado para finales del año pasado. Como ha ocurrido con tantos otros casos, los shows tuvieron que ser movidos de fecha debido a la situación sanitaria. Era un evento muy esperado por los fans, ya que es la primera vez que salían de gira en los últimos 14 años.
Una de las razones que explica el retiro de los británicos es el actual estado de Collins, que arrastra problemas de salud que lo mantienen en una condición frágil y deteriorada. El artista, que tiene problemas de espalda, ha sido reemplazado a la batería por su hijo, Nic Collins, de 20 años. "Esta es una noche muy especial", dijo Collins. "Es la última parada de nuestra gira y es el último show de Genesis. Es difícil para nosotros creer que vinieron a vernos", agregó.
Los últimos años de Phil Collins no han sido fáciles. La última gira de reunión de la banda, que tuvo lugar en 2007, dejó al músico con una vértebra dislocada, que le causó además otros daños en los nervios de las manos. Después de una intervención quirúrgica de espalda, se vio obligado a usar bastón desde 2015. Ya en 2017, después de una caída en su habitación de hotel, tuvo que posponer dos conciertos en solitario que tenía programados en Londres.
Todos estos problemas de salud derivaron en un refugio del músico en la bebida. "No me creí nunca un borracho pero empecé a beber", reconoció en una entrevista al Daily Mail. "Solía levantarme y empezar a beber y ver el cricket. Vino tinto, vino blanco".
A todo esto habría que sumar el divorcio de su tercera esposa, Orianne Cevey, con la que tiene dos hijos. Esta separación nada amistosa acabó con un millonario acuerdo que acabó con un tercio de su patrimonio y multitud de críticas y ataques personales.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic