Anabel Pantoja protagoniza su primer enfado por la comida y eso que todavía no ha comenzado ‘Supervivientes’
Si ya están así, habrá que ver lo que sucede a partir del jueves
Anabel Pantoja ha vuelto a Honduras. / Mediaset España
Este jueves 21 de abril comienza nueva edición de Supervivientes y los concursantes ya están concentrados en un hotel de Honduras a la espera de saltar desde el temido helicóptero (deseado por otros). El caso es que, en esos primeros días de convivencia, rodeados de comodidades, ya se han producido las primeras discusiones.
Una de ellas ha tenido que ver con la comida y ha tenido como protagonista a Anabel Pantoja. Cuando llegaba al bufé en la hora de la comida se encontraba con que quedaba poco donde elegir.
"No queda nada de comida, ahí y os atragantéis con los espaguetis", decía la sobrina de Isabel Pantoja que es la segunda vez que vive esta experiencia. Está claro que no le ha hecho ni pizca de gracia que sus compañeros no hayan pensado en ella y le hayan dejado algo más de comida.
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El enfado de Anabel
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“¡Qué barbaridad! Pero vamos a ver, es que no queda nada. Lo único que queda es este puré de mierda. Es que voy a ir plato por plato. Yo lo voy a quitar. Es que vamos, el compañerismo brilla por su ausencia”, decía a gritos una Anabel ya disgustada con todos los que van a formar parte de su día a día en esta aventura extrema.
Ainhoa Cantalapiedra, la que ganó una de las ediciones de Operación Triunfo, no ha dudado en ofrecerse a darle algo de la comida que tenía ella en su plato. “No, pero me da coraje llegar y que todo el mundo esté ya lleno de comida”, rechazaba Anabel que se ha servido lo poco que le han dejado en las bandejas.
Señalando al culpable
Marta Peñate, que ya sabemos que es de las que suele mojarse e involucrarse en los conflictos, ha señalado a un claro culpable: Rubén Sánchez Montesinos, el novio de Enrique del Pozo. "Eres egoísta, tienes dos platos llenos y no tienes consideración con tus compañeros", le ha dicho.
Parece que la cosa empieza calentita, no queremos imaginar lo que ocurrirá cuando realmente no tengan casi nada de comer, estén muertos de hambre, y tengan que compartir los pocos víveres de los que dispongan. Visto lo visto, parece que vamos a escuchar muchos gritos en esta convivencia.
