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Se queda viudo el primer hombre que se casó con un holograma
El japonés ha vivido una bonita historia de amor sin complicaciones
Akihiko Kondo es un joven de 31 años japonés que pasó una malísima racha en su trabajo. El joven fue objeto de acoso en su entorno laboral y se tomó un tiempo de baja médica para recomponerse. Se encerró en su habitación y su mayor distracción consistía en ver videos en bucle.
El malestar se instauró en su vida hasta que llegó el amor. El amor dicen que, todo lo cura y en su caso fue así. Hasta aquí, la historia es bastante normal incluso sosa. Lo increíble es que su amada era un holograma.
Ella es Hatsune Miku, la primera cantante virtual japonesa. Es decir, una representación virtual tridimensional. Se enamoró de ella hasta las trancas tanto que tras un noviazgo eterno le pidió matrimonio y ella aceptó.
Akihiko se convirtió en la primera persona del mundo en casarse con un holograma. Han vivido felices durante cuatro años. Como toda pareja enamorada han hecho salidas al campo, a cenar, a pasear y a tomar el té en un típico local donde juntos han hecho los ritos de la tradicional ceremonia. Se han tomado muchas fotografías que ha ido subiendo a sus redes sociales.
Las conversaciones entre ambos eran muy básicas ya que el holograma no estaba programado para abordar cuestiones densas debido a su limitado vocabulario. Así que, intuímos que en las discusiones ganaba siempre Akihiko.
A la boda acudieron pocas personas, no más de 40 ya que su familia y amigos no veían con buenos ojos el enlace. Ahora Akihiko tiene en un poder otro “mérito”, convertirse en la primera persona del mundo es ser viuda por la muerte de un holograma. La tristeza ha vuelto a su vida mientras él recuerda todos los momentos felices que han vivido en estos años de matrimonio. La empresa creadora del holograma ha decidido no seguir actualizando ni manteniendo este tipo de productos por la escasa demanda que tenían lo que ha provocado el fallecimiento de Hatsune.
¿Qué es la fictosexualidad?
Akihiko padecía lo que los médicos llaman fictosexualidad por haberse enamorado de un personaje virtual. El propio hombre ha asegurado que nunca se sintió atraído por mujeres de carne y hueso. La fictosexualidad es una atracción sexual hacia “los personajes de ficción, como personajes de libro, cómics, televisión, cine, juegos, etc”, según recoge un estudio de la Universidad de Finlandia.