Un repartidor denuncia el clasismo al que se enfrentan los riders compartiendo un pedido del Burger King

El repartidor y sindicalista conocido en Twitter bajo el usuario @pallas_garcia utiliza sus redes sociales para denunciar públicamente diferentes situaciones a las que, por desgracia, se enfrentan los trabajadores de su gremio: los riders; cada vez más habituales con el auge que ha experimentado en los últimos años la comida a domicilio.

Durante la tarde del 8 de mayo, una nueva publicación del usuario denunciando el clasismo al que se había enfrentado un compañero suyo al entregar un pedido del Burger King hacía saltar las alarmas de Twitter, provocando la viralización de una fotografía donde se podía leer el siguiente mensaje: "Después de traer la comida bajar la bolsa de basura que hay en la puerta y no subir por el ascensor, que es solo para los vecinos".

"Seguimos juntando gentuza para Bingo! Entre el clasismo tradicional, que nos considera inferiores, y el clasismo posmo, que nos considera inferiores también... pues se pueden ir todos un poquito a la mierda" comentaba Fernando en su perfil, haciendo palpable el clasismo que reciben estos trabajadores fruto de una falta de derechos laborales y los sistemas de evaluación de este tipo de aplicaciones, que te permiten valorar el servicio recibido por los repartidores, afectando a su trabajo y provocando que este tipo de comentarios y comportamientos sigan siendo el pan de cada día de estos trabajadores.

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El mensaje de @pallas_garcia no solo ha despertado una ola de solidaridad por parte de la comunidad tuitera, sino que muchos se han animado a compatir experiencias personales donde han vivido situaciones en las que los propietarios de los pisos aprovechaban su servicio para que realizasen otras tareas, normalmente desde el desprecio.

Trabajadores de servicios de catering a quienes no les dejan usar el baño de invitados, la bajada de la basura, o el impedimento de utilizar el ascensor a la hora de entregar grandes pedidos son habituales para estos trabajadores cuya recompensa económica se ve supeditada a la calificación que reciben de los clientes y a un sistema de recompensas que utilizan las propinas para condicionar el trabajo y comportamientos de los riders, que se ven desamparados ante este tipo de situaciones.

Cientos de comentarios que reclaman que se deben producir cambios para que no se den estos abusos, pero que al mismo tiempo indican que, al menos, una parte importante de la población también es respetuosa y está concienciada con la situación de los repartidores.