Sacrificio y exigencia: el duro camino de las divas del pop para llegar a lo más alto
Cantar, bailar, tener una escenografía memorable o unos buenos outfits son algunas de las exigencias que tienen las artistas
Rosalía, Britney Spears, Beyoncé, Christina Aguilera, Taylor Swift, Dua Lipa, Camila Cabello... ¿qué tienen en común todas estas cantantes? Exacto, son algunas de las estrellas del pop de antes y de ahora. Algunas son consideradas las mayores divas del pop de la historia y otras están en el camino de conseguirlo.
No se puede mentir en el hecho de que las exigencias de la industria y del público hacia las mujeres artistas son mayores y para conseguir relevancia tienen que ser artistas 360. Aunque el trabajo es individual, todas ellas siguen unos mismos patrones para poder llegar a lo más alto. Cantar, bailar, tener una buena escenografía y unos outfits memorables son algunas de las características que repiten estas artistas.
Capacidad vocal combinada con el baile
Todas nuestras divas tienen una capacidad vocal increíble y son capaces de combinarla con el baile sin despeinarse ni un milímetro. Los equipos de coreografía hacen un trabajo de 10 para trasladar la esencia de la canción a la danza y lo consigue. Todo el mundo tiene en la cabeza los movimientos de Beyoncé en cualquiera de sus actuaciones, pero no se olvidan de Single Ladies o Crazy In Love. También es difícil de olvidar a Britney Spears en los MTV Video Music Awards de 2001 cantando I’m a Slave 4U, donde no solo cantó y bailó, sino que sacó una serpiente alrededor de su cuello mientras actuaba rodeada de un escenario ambientado en la selva.
Con artistas más actuales pasa lo mismo y un ejemplo lo encontramos con Dua Lipa. Lo está demostrando en todos sus conciertos, donde se ve la evolución a nivel de danza que ha tenido. Hace unos pocos años, la británica hacía pasos muy limitados y ahora es capaz de bailar Don’t Start Now o Levitating con una soltura envidiable.
Tampoco hace falta irse fuera de nuestras fronteras para ver a una auténtica diva. Nuestra última representante en Eurovisión, Chanel, ha demostrado con creces lo que es cantar y bailar de forma brillante y dejar a toda Europa con la boca abierta. Su SloMo es la prueba perfecta de cómo una buena combinación de estos aspectos puede convertir a una actuación en memorable.
Una escenografía memorable
La escenografía es otro de los aspectos más importantes que llevan a sus espaldas las divas del pop. Las luces, los decorados e incluso el agua son protagonistas del show y no podríamos pensar en una actuación de estas artistas sin algún elemento característico de este tipo. Evidentemente, requiere un desembolso de dinero por parte de las discográficas, pero si eso va a hacer que quede para el recuerdo merece la pena.
Madonna, en 1990, se plantó en unos premios de MTV vestida con un traje propio del siglo XVIII para interpretar Vogue. Una actuación que daba la sensación de estar viendo a los miembros de un palacio de la antigua realeza bailar este tema tan conocido de la artista.
Rosalía es otro ejemplo de cómo de importante es la escenografía. Su voz es más que suficiente como para que el público no despegue los ojos del escenario, pero si la combina llenando el lugar con decenas de personas para cantar Di mi nombre en los MTV EMA 2019, hace una actuación de 10.
Taylor Swift también es capaz de innovar y de convertir cualquier estadio del mundo en una auténtica revolución para su Reputation Tour, en donde hay hasta una serpiente gigante moviéndose. A nivel de premios, tampoco defrauda y un ejemplo es el medley que hizo de sus canciones más conocidas en los American Music Awards de 2019. Combinó sus temas con una mezcla de color, bailes e invitadas, como Camila Cabello, donde dejó claro por qué es una de las artistas más influyentes de nuestro panorama musical actual.
Outfits llamativos
Las exigencias a las artistas para ser todas unas divas del pop también pasan por ir con unos outfits llamativos, aunque acordes con la moda que se lleve en la época. No es comparable la ropa que utilizaba Christina Aguilera en los 2000s que la que usan las artistas actualmente porque las tendencias no son las mismas. Sin embargo, el patrón de llevar un buen look siempre ha existido.
Sobre el escenario, sí hay trajes extravagantes que quedan en el recuerdo. La misma Christina Aguilera se subió al escenario del MTV Movie Awards, en 2001, con un outfit muy sensual junto a Lil Kim, Mya y Pink, para cantar su mítico Lady Marmalade.
Con actuaciones más recientes podemos encontrar a Camila Cabello cantando, en los MTV VMAs 2021, Don’t Go Yet. Además de combinar todos los aspectos citados anteriormente, como el baile o la escenografía, la cubana se vistió con un vestido negro con plumas rosas y que deja ver un sujetador de leopardo. Una combinación que llamó la atención y que fue perfecta para cantar uno de sus últimos éxitos.
Todos estos patrones son una fórmula de éxito que ha funcionado durante todos los años, pero también son unas exigencias que se piden desde la industria musical y desde el propio público, como reflejo de la sociedad.