Especial
Así es Andrea Sesma, la nueva novia de Miguel Ángel Silvestre
Tiene dos hijos de su anterior relación con el futbolista Iker Muniain
Miguel Ángel Silvestre, uno de los actores más deseados, ha sido pillado con una rubia besándose. El actor de Sin tetas no hay paraíso recupera la ilusión con este romance que inicia.
La mujer que ahora ocupa el corazón del galán es Andrea Sesma, una joven rubia, de ojos azules, muy guapa con la que hemos podido ver, gracias a la revista del corazón Lecturas, con su chico en las calles de Madrid. La pareja no ha dudado en expresar, con todo tipo de gestos amorosos como besos, abrazos y miradas complices, la revolución que están viviendo.
Andrea Sesma es influencer y ex mujer del futbolista del Athetic de Bilbao Iker Muniain. Con el deportista ha tenido dos hijos: Iker (7 años) y Claudia (3 años). La pareja se casó en el año 2017 y hace unos meses se rompió. Andrea es una apasionada de los viajes y de los deportes de riesgo como el barranquismo o la conducción de quads. Andrea y Miguel Ángel se llevan 12 años pero a juzgar por las imágenes, esta diferencia de edad no será obstáculo para que puedan vivir su historia.
Viajar con sus amigas es una de las cosa que más le pueden gustar a Andrea. Ha estado en París disfrutando de los placeres y ricones que ofrece la capital francesa. Allí visitaron la torre Eiffel y el museo del Lovre. En esta ocasión, la influencer escribió en su cuenta de Instagram un bonito mensaje dedicado a sus amigas: "Hay amigas que son el amor de tu vida, pero en amigas🤍".
Uno de los artistas favoritos de Andrea es Dani Martín, tocó en su boda, y hace unos meses fue con sus amigas a un concierto. Aprovechó también la ocasión para expresar lo que piensa: Hay canciones, que como las personas...forman parte de todas las etapas de tu vida. Y a mi, este fin de semana se me han juntado las dos …❤️🔥Gracias por llenarme el corazón ✨Que caro es el tiempo, nos define✨.
Con sus dos hijos pequeños la hemos podido ver haciendo todo tipo de actividades como excursiones por la naturaleza o disfrutando de la nieve.
Como buena asturiana posó junto a sus niños ante la estatua del rey Pelayo en el santuario de Covadonga (Asturias).