Sonsoles Ónega ya habla de “la maldición de ‘Sálvame’” tras tropezarse en su programa
Parece que últimamente hay demasiados accidentes por esos estudios
Sonsoles Ónega sufre un tropiezo en 'Ya son las ocho'. / Mediaset España
“Esto es la maldición de Sálvame”. Una frase aparentemente inocente que habrá hecho reflexionar a muchos. La ha pronunciado Sonsoles Ónega después de sufrir un tropezón en directo en Ya son las ocho.
La presentadora dejaba en el exterior del plató a Gloria Ortega que se unía al comando del programa y se dirigía al interior cuando uno de sus zapatos de tacón ha ido por libre. “Uy Dios mío, no te digo que me mato. Es muy fuerte, de verdad. Como Chelo García Cortés”, decía mientras se volvía a poner el zapato, “voy a empezar a pensar que algunas cosas son verdad”.
Entraba y se sentaba junto a todas las colaboradoras del programa y comenzaba como sin nada. Aunque cuando volvieron a comentar el incidente, no dudó en hablar de “la maldición de Sálvame”. Y desde luego, hay argumentos para apoyar su teoría.
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Una temporada accidentada
De hecho, no será la única que lo haya pensado dados los últimos acontecimientos. Podría decirse que la maldición comenzó con Belén Esteban cuando intentando emular a los concursantes de Supervivientes realizando una de sus pruebas, cayó con la mala suerte de producirse una rotura que la ha llevado a quirófano y a enfrentarse a una lenta recuperación.
Luego llegó el accidente de Lydia Lozano. Ocurrió en su casa, pero acabó con la colaboradora con el radio roto. Sumando escayolas. De hecho, el haberse librado de ella fue uno de los motivos de discusión en la Sálvame Fashion Week.
Y como no hay dos sin tres, en esa gran gala de la moda del miércoles noche, Chelo García Cortés, tropezaba y se caía en la pasarela nada más comenzar y era trasladada al hospital en ambulancia donde certificaron que se había roto también el radio. El próximo 1 de junio tendrá que someterse a una intervención.
Así que, cuidado las mujeres de Mediaset, que los más supersticiosos empiezan a pensar que hay una especie de maldición en esos estudios que están provocando un aluvión de bajas.
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