Un visitante del Louvre ataca a 'La Gioconda' lanzándole una tarta
El agresor ha tratado de dañar a la Mona Lisa con un tartazo y después lanzó pétalos de rosa por la sala
La Gioconda ha sufrido un nuevo intento de agresión. El cuadro más famoso del museo del Louvre de París, La Gioconda o Mona Lisa que Leonardo da Vinci pintó en 1503, ha vuelto a ser atacada por uno de los visitantes de la pinacoteca que, esta vez, tras abalanzarse sobre ella para tratar de destruir el cristal a prueba de balas que la protege, ha optado por lanzarle una tarta y después, repartir por la sala pétalos de rosas.
Los hechos, que han sucedido este pasado domingo en la sala más conocida del Louvre, han sido prácticamente retrasmitidos en directo a través de las redes sociales por las decenas de personas que se encontraban en ese mismo momento visitando al que es en estos momentos uno de los cuadros más famosos del mundo. Y es que el público del Louvre se quedó atónito ante esta agresión que, sin duda, no esperaban.
Según los propios visitantes han ido narrando en las redes sociales, las autoridades policiales actuaron rápidamente y expulsaron al autor del ataque de inmediato. Mientras, el equipo de mantenimiento del Louvre limpió rápidamente el cristal protector sobre el que había impactado la tarta y se aseguraron de que afortunadamente esta obra de valor incalculable no había sufrido ningún daño.
En silla de ruedas y oculto con una peluca
La identidad del agresor no se ha hecho pública hasta el momento, pero lo que sí sabemos gracias a las decenas de visitantes del Louvre que presenciaron los hechos es que el atacante de La Gioconda sentado en una silla de ruedas y ocultando parte de su rostro con una peluca.
Sin embargo, tal y como puede verse en las imágenes que los propios testigos han compartido en las redes sociales, se trataba de un hombre joven que no necesitaba para nada la silla de ruedas, pues al acceder a la sala el equipo de seguridad del Louvre, este la abandonó por su propio pie y lanzando proclamas en favor de la protección del planeta.
La Gioconda, del amor al odio
Aunque el tartazo del último atacante de La Gioconda no ha logrado hacerle daño alguno al cuadro, en el pasado otros agresores sí consiguieron dejar su impronta en la obra de Leonardo da Vinci. En concreto, en la década de los 50 un visitante del Louvre declaró estar enamorado de la Mona Lisa y trató de robarla cortando el lienzo con una cuchilla, un hecho que hizo que el cuadro se protegiera con un vidrio.
Solo unos años después, el boliviano Ugo Ungaza decidió arrojar una piedra contra la obra que destrozó la vitrina que la protegía, consiguiendo que se desprendiese un trozo de pintura del codo de la mujer misteriosa a la que retrató el pintor italiano.
Este gestó llevó a la dirección de la pinacoteca a optar por proteger el cuadro con el cristal a prueba de balas que la protege hasta la fecha. Eso sí, esto no ha salvado al que es el óleo más icónico del museo de otros intentos de agresión como los sufridos en 2009, cuando una mujer le lanzó una taza de cerámica, o en 1974, cuando encontrándose en una exposición temporal en el Museo Nacional de Tokio una mujer le lanzó pintura roja.
Carolina Martínez
Periodista y SEO editorial en LOS40. Propongo estrategias y escribo sobre todo lo que mande la actualidad....