La playa más pequeña del mundo está en España y no tiene salida la mar

¿No puedes dejar de pensar en la playa? Te entendemos. Nosotros tampoco. Junio solo acaba de llegar y ya estamos contando las horas para que las tan ansiadas vacaciones de verano aparezcan en el horizonte y nos permitan escapar unos días de la rutina y disfrutar de la calma y la belleza que nos ofrece la naturaleza.

¿Y qué mejor sitio al que escaparse que a la playa más pequeña del mundo? Aunque parezca una locura, y en cierto modo quizá lo sea, pues este dato únicamente proviene de las publicaciones de viajes, la playa del Gulpiyuri de Asturias ha sido bautizada como "la más pequeña del mundo" y además, una de las pocas que no tiene salida al mar.

Localizada en el concejo de Llanes, al norte del municipio de Naves, esta pequeña playa de arena gruesa tiene solo 40 metros de longitud. Pero sin duda, esto no es lo más llamativo del Gulpiyuri, un enclave al que el agua del Cantábrico solo llega colándose por una pequeña cueva de unos 50 metros de diámetro situada debajo de los acantilaos y a unos 100 metro de la costa. Esta apertura es la que hace que el agua llegue a esta palya de interior y ademas, la provee de oleaje, pues, aunque el caudal no sea mucho, esta pequeña joya asturiana también tiene oleaje.

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De esta forma, y al igual que sucede en cualquier rmar, durante la pleamar el agua le come terreno a la tierra, aunque en este caso, las pequeñas dimensiones de la playa hacen que apenas quede espacio para que los bañistas coloquen la toalla en la arena. Por el contrario, quienes acuden a bañarse al Gulpiyuri en las horas de la bajamar corren el riesgo de quedarse con las ganas de un chapuzón, pues cuando la marea baja en el mar abierto, aquí apenas queda agua.

Un Monumento Natural hundido entre los prados

La playa del Gulpiyuri está considerada como Monumento Natural, por lo que se mantiene intacta. No cuenta con ningún servicio ni instalación turística como chiringuitos o similares y prácticamente los turistas no pueden ni llevar sombrilla, pues el espacio es tan reducido que, si la instalan en la arena, dejan sin lugar para tomar el sol a todos los demás.

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Hasta esta playa de Llanes se puede llegar solo a pie. El acceso puede hacerse caminando por una senda agrícola desde la zona de aparcamientos, o desde la playa de San Antolín, desde donde se llega a través de una pista llana de unos tres metros de nacho. En ambos casos el paseo es verdaderamente agradable y no tiene ninguna dificultad. De hecho, la llanura de prados más elevada que rodea a la playa del Gulpiyuri hace que la experiencia de los visitantes sea mucho más interesante e incluso sorpresiva, pues prácticamente solo se ve la playa cuando se ha llegado a sus inmediaciones.