Lucía Sánchez explica sus últimas lágrimas y, en esta ocasión, no tienen que ver con Isaac Torres
La que fuera a probar suerte a ‘La isla de las tentaciones’ sigue presumiendo de tripa de embarazada
Lucía Sánchez e Isaac Torres, esperan la llegada de su primera hija. / Mediaset España
Lucía Sánchez está embarazada y lo sabemos porque compartió la noticia desde el minuto uno y, desde entonces, no deja de compartir todos los avances que va descubriendo en esta gestación. Quién nos lo iba a decir cuando la vimos en La isla de las tentaciones.
Y todo con el añadido de su culebrón con Isaac Torres, el padre de la criatura, al que primero llamó cáncer de su vida y con el que ha decidido darse una segunda oportunidad, todo por el bien de Mía, la pequeña que están esperando juntos.
Dicen que durante un embarazo las hormonas se revolucionan y las alteraciones en el carácter de la mujer son frecuencias, provocando, en ocasiones, lloreras que no se justifican de otra manera. Pero no siempre es así, y las últimas lágrimas de Lucía tienen una explicación más allá de las hormonas.
Y que nadie piense en su chico porque, en esta ocasión, él tampoco es el que le ha hecho llorar. En una ronda de preguntas y respuestas en sus stories ha confesado que ha vuelto a llorar y ha explicado por qué.
Un motivo para llorar
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“Confieso: Hacienda me ha clavado. Como a muchos españoles, por supuesto, todo el mundo tiene lo suyo, no vayamos a ofendernos, pero tengo depresión”, aseguraba. Está claro que cuando se gana tanto dinero hay que contribuir al país y pasan estas cosas.
Pero que nadie se preocupe, porque más allá de sus inconvenientes con Hacienda, todo lo demás va viento en popa. Sigue recibiendo el cariño de sus seguidores que la animan día a día y sigue presumiendo de tripita que cada día está más grande.
No duda en compartir con todos cómo va ese crecimiento y ahora, en tiempo de bikinis, ella no duda en mostrar los suyos que dejan su tripa al aire… y ya abulta.
Unas imágenes que encantan a sus seguidores que no dejan de mandarla piropos y recordarle lo bien que le está sentando el embarazo que cada día la tiene más guapa.
Ya queda menos para que tanto ella como Isaac tengan en brazos a su pequeña.
