Cambio de hora 2022: ¿cuándo pasamos al horario de invierno?
El momento en el que empieza el otoño da el pistoletazo de salida para el último cambio de hora del año
Cambio de hora en invierno en 2022. / Getty
Cuando nos damos cuenta de que las temperaturas cambiando drásticamente o de que los días y las noches ya no duran lo mismo nos hacemos la misma pregunta: ¿cuándo es el cambio de hora? Ahora ocurre con la despedida definitiva del verano y la llegada del otoño este 2022.
Ni el ‘fresquito’, ni la sensación de que hay menos horas de luz; lo que realmente marca el paso de una estación a otra es el equinoccio de otoño; es decir, el momento en el que el Sol, en su movimiento aparente hacia el sur, pasa por el centro del ecuador de la Tierra.
Este año se ha producido a las 3:04 horas de la madrugada del 23 de septiembre, por lo que sí, oficialmente, ya estamos en otoño. Ahora bien, ¿en qué se diferencia con el cambio de horario?
Equinoccio de otoño. / IGN
La respuesta es sencilla. El equinoccio de otoño se produce cuando coinciden las duraciones del día y de la noche y es el pistoletazo de salida de la estación que trae la caída de las hojas. Sin embargo, la entrada a esta estación no supone una alteración de las manecillas del reloj.
Cambio al horario de invierno
El cambio de hora solo ocurre dos veces al año y, hasta nueva orden, será una normativa que mantendremos durante largo tiempo, pese a la oposición del Parlamento Europeo.
El paso al nuevo horario se produce en verano y en invierno; este último se realiza siempre el último domingo de octubre. En 2022 la fecha elegida es el 30 de octubre. Esa madrugada, a las 3:00 horas serán las 2:00 horas, por lo que se retrasa la hora y esa noche dormiremos menos.
¿Por qué hay cambio de hora en España?
Desde hace tiempo, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea han querido acabar con esta costumbre de modificar los horarios, pero lo cierto es que, al menos de momento, tendremos que seguir ajustando nuestro reloj dos veces al año.
El origen de este cambio de hora viene respaldado por un motivo: el ahorro energético. Aunque hay expertos que aseguran que no hay vinculación alguna entre tener nuevos horarios y el encarecimiento de las facturas, la razón de este hábito era que los países que lo sufren se adapten a los horarios de mayor luz solar.
Se trata de una costumbre que llevamos arrastrando 40 años, desde principios de la década de los 70 con la crisis del petróleo. Al menos en España tendremos cambios de hora para rato, puesto que, tal y como publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 11 de marzo, ya han quedado fijados los cambios de horario hasta 2026. Pero la nuestra no es la única región afectada, sino que todos los países pertenecientes a la UE están obligados a hacerlo.