Especial
“No hay segunda cita”: el enfado descomunal de Mamen en ‘First Dates’ al ver que su cita no la invita a cenar
Mamen ha dejado claras sus intenciones y a Juan, su cita, no le ha quedado otra que aceptarlas
Por First Dates siempre pasan todo tipo de invitados. Unos buscan con muchas ganas el amor y otros, sencillamente se limitan a pasar el rato. Sin embargo, los que pertenecen al primer grupo siempre lidian con pequeños traspiés, que si no se sortean bien acaban confirmando el final de una historia que apenas ha comenzado. Algo muy común en este programa de citas de Cuatro, pese a la insistencia de Carlos Sobera de dejar fluir las cosas, es que las citas no salen como esperaban.
Esto es exactamente lo que les ha pasado a Mamen y Juan, dos jubilados que buscan exprimir cada momento al máximo y sí, también alguna aventurilla. El hombre ha confesado que le gusta mucho viajar, pero ella nada más verle ha tenido claro que no quería subirse a su avión porque era “muy bajito”. Para Mamen el físico era importante porque ella aseguraba estar estupenda y mucho mejor que algunas señoras de su edad, que están “gordas y envejecidas”. Pese a sus palabras, la mujer ha hecho de tripas corazón y ha intentando conocerle.
El terremoto de Mamen no ha podido con Juan, que desde el primer momento ha hecho gala de su serenidad al mostrarse muy receptivo a conocerla, pese a los continuos ataques de ella. La mujer se ha sentado en la mesa con la idea clara de que su cita no le gustaba y tristemente, no ha hecho por salir de ahí.
Entre confesión y confesión, Juan ha expresado que ha recorrido muchos lugares de Sudamérica. Algo que parece que no le ha gustado a Mamen, quien ha confesado que hay muchos tesoros por descubrir en España, como para tener que marchase al extranjero.
A este punto de discordia entre los dos solteros se les han sumado dos más. Por un lado, Mamen ha confesado que su mayor pasión es la lectura y él, en cambio, ha manifestado que no le entusiasmaba nada. Por otro lado, ella ha dejado clara cuáles eran sus intenciones en esta cita: “Quiero una relación en la que cada uno esté en su casa y nos veamos de semana en semana”. Unas palabras que han provocado el desagrado de Juan, quien ha considerado que esto no se ajustaba a "una relación seria".
Final feliz para Juan
Pero el peor momento de la noche ha llegado cuando ha tocado pagar la cena y Mamen se ha quedado pálida al saber que su cita había decidido que cada uno pagase lo suyo. “Si hubiera pagado, yo le hubiese dado una segunda cita”, ha confesado la mujer muy indignada.
Por lo que el motivo de su rechazo no han sido todas las desaveniencias que han tenido durante la velada, sino que se trataba de una cuestión de principios, donde ella consideraba que era él quien debía pagar la cena. ¡Ay Mamen! Cuánto te queda todavía por ver o mejor dicho, por aprender...
Teresa Moreno
Periodista a ratos, SEO todo el tiempo, aunque a veces también me verás escribiendo algún que otro salseo....