Hugo Paz y Tania, abrazados en la cama en ‘La isla de las tentaciones 5’: ¿Tiene que preocuparse Samuel?

La isla de las tentaciones 5 ya ha empezado a rodar y hemos visto que las parejas han empezado a vivir esta contradicción continua entre el sufrimiento que sienten en las hogueras frente a la diversión de la fiesta continua que disfrutan en las villas.

Tania, la pareja de Samuel, no parecía sentirse atraída por ninguno de los solteros, hasta que llegó Hugo Paz. Entonces empezó a sentir otras cosas. Hemos visto como el que fuera tronista de Mujeres y hombres y viceversa, entraba en su habitación y se tumbaba en la cama con ella.

“¿Te gustan las cosquillas?”, le preguntaba. “Me encantan”, respondía ella. Y mientras él se lanzaba a acariciarla suavemente le hacía una recomendación: “Tienes que ser tú, eso es lo principal. Dejarte llevar”.

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El consejo de Hugo

Claro que había matices en sus consejos: “Si sientes que tienes que guardar un respeto…que se lo merece o que él estará haciendo las cosas bien, pues adelante. Pero si estás cansada, sabes que te la va a jugar o que no confías tú en él, más vale todo antes que lamentarlo”.

Unas palabras que Tania escuchaba atentamente. “Espero que la mía no se la luz esa porque si no, vamos…me vuelvo loca”, aseguraba ella. Y tras ese deseo expresado en voz alta, ambos se abrazaron y surgió una química que puede llegar a algo más.

“A mí me gusta que Hugo me escuche porque estamos todo el tiempo pensando y pensando y creo que es muy importante poder desahogarnos”, explicaba Tania. Y mientras, su chico, compartiendo cama en su villa, pero con Javi.

Este momento de complicidad se produjo por la mañana después de una noche de fiesta en la que no faltó el juego de la botella. Un juego que le llevó a Tania a confesar quel el chico con el que tenría sexo en la casa era Hugo al que dio un beso muy candente en la oreja que le sorprendiió hasta a él. "Tengo ganas de darte un beso, me apetece", fue su respuesta.

De momento, que hayamos visto, la cosa no ha ido a más, pero cualquier cosa es posible en una convivencia donde todo se vive de manera intensa y donde las imágenes y luces hacen, en muchas ocasiones, actuar por rabia y despecho.