España y Europa, en guerra por los plásticos de un solo uso
La Comisión Europea recomienda a España rebajar los puntos más ambiciosos del Real Decreto de Envases, aún pendiente de aprobación.
Los plásticos de un solo uso constituyen uno de los desafíos medioambientales más serios de nuestro tiempo. Un problema al que ya se le trató de poner coto con una ley de la Unión Europea que, desde el pasado mes de julio de 2021, prohibe la venta de muchos de estos productos: bastoncillos de algodón, vasos, cubiertos, platos o pajitas, entre otros.
Tras aquella normativa, el turnó pasó a los diferentes estados europeos, que debían legislar sobre esta materia. Una ley que se plasmó en el proyecto de Real Decreto de Envases que el Gobierno español remitió a Europa el pasado mes de junio y que, ahora, ha obtenido una respuesta por parte de Bruselas que ha indignado a los principales grupos y organizaciones ecologistas.
Desde la Dirección General de Industria y Emprendimiento de la Comisión Europea se recomienda al Gobierno de España rebajar los puntos más ambiciosos del Real Decreto. Una recomendación que obedece, tal y como denuncian los ecologistas, a “la fuerte presión que ha ejercido la industria de los envases de un solo uso” a través de sus lobbies en las instituciones europeas. De hecho, su firma está presente nada menos que en 40 aportaciones enviadas por las patronales de plásticos a la Comisión.
A pesar de que las organizaciones ecologistas criticaron en su día algunos aspectos de aquel proyecto, lo cierto es que también aplaudieron varios de sus puntos más ambiciosos, como la prohibición del uso de sustancias tóxicas en los envases (principalmente, Ftalatos y Bisfenol A), los objetivos de reducción de residuos, especialmente de botellas de plástico, la prohibición del envasado de frutas y verduras o que las empresas paguen el coste de las limpiezas de basura dispersa.
Argumentos “poco sólidos”
Ahora, aquellas medidas están “en jaque” con las nuevas recomendaciones europeas. “La respuesta del Comisario Thierry Breton ha decepcionado a las organizaciones ecologistas, ya que se reprocha al Ministerio un exceso de ambición en la lucha contra los plásticos de un solo uso, motivo que precisamente originó parte de las directivas transpuestas, y se fundamenta en argumentos poco sólidos y a veces obsoletos”, han explicado en un comunicado conjunto representantes de Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Oceana, Retorna, Rezero y Surfrider.
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"Desde la sociedad civil, animamos al Gobierno y al Ministerio a seguir el ejemplo de otros Estados miembros y mantenerse en la defensa de la salud de las personas y el medio ambiente ante este dictamen teñido claramente de presiones empresariales. Cualquier otro escenario sería derrumbar las intenciones de España para afrontar el grave problema de la contaminación por plásticos e ir en contra de las propias directivas europeas de residuos", añade la nota de prensa.
Recortar la ambición de los Estados miembros en la aplicación de las directivas “es un argumento muy peligroso
Tal y como denuncian las citadas organizaciones, “recortar la ambición de los Estados miembros en la aplicación de las directivas “es un argumento muy peligroso que debilita y perjudica el propio espíritu de las directivas. Cada Estado en función de sus necesidades debe definir su ambición con los objetivos de las directivas, y España tiene un claro problema con los residuos de plástico que debe solucionar”.
¿Y qué sucede a partir de ahora? De acuerdo a las modificaciones propuestas por la Comisión Europa, la pelota vuelve a estar en el tejado de España: el período de espera para que nuestro país incorpore las modificaciones pertinentes se retrasa al próximo 7 de noviembre.