Manoliño: el delfín gallego que ha movilizado a 100.000 personas
El cetáceo fue herido por un arpón hace dos semanas. Una recogida de firmas pide su rescate para curarle y salvarle la vida.
La presencia de delfines frente a las costas gallegas es muy habitual. Se calcula que hay más de 20 especies de cetáceos en aguas de la comunidad autónoma, aunque cinco de ellas son las más fáciles de avistar: calderón común (Globicephala melas), delfín listado (Stenella coeruleoalba), delfín mular (Tursiops truncatus), delfín común (Delphinus delphis) y marsopa (Phocoena phocoena). Pero como sucede a menudo, su supervivencia se ve amenazada por la actividad humana.
Manoliño es un delfín muy conocido entre los vecinos y marineros de las Rías Baixas, en A Coruña. Entre otras cosas, por su estrecha relación con los humanos: se cree que fue repudiado por su manada, lo que ha hecho que se acerque con confianza a pescadores y bañistas, entre los que despierta una gran simpatía. Sin embargo, hace dos semanas fue visto con un arpón clavado en el costado: su vida corría grave peligro.
Los vecinos de la zona lo tienen claro: el culpable es un pescador submarino. Pero en este momento, eso es casi lo de menos. Lo más urgente es salvarle la vida a Manoliño. Y aunque en los últimos días varios marineros han asegurado que el animal ha conseguido liberarse del arpón, la herida podría infectarse gravemente y ocasionarle la muerte.
Un rescate urgente
Ese riesgo es el que ha llevado a la fotógrafa y activista por la liberación de los cetáceos Yasmín Rodríguez a lanzar una recogida de firmas en la plataforma Change.org, en la que pide a la Consellería de Medio Ambiente de Galicia que ponga en marcha un operativo que garantice el rescate seguro del delfín. Hasta ahora, más de 98.000 personas se han unido a la campaña, que en las últimas horas está recibiendo apoyos no sólo por parte de la ciudadanía española, sino también de defensores de los animales de Italia, Francia o Estados Unidos, entre otros países.
“Me enteré a través de mi familia en Galicia justo al llegar de Escocia, donde acudí a un centro de interpretación y salvamento de delfines”, recuerda Yasmin en conversación con El Eco de LOS40. “Lo constaté viendo en los medios y simplemente confié en que se realizaría un operativo y sería una tarea sencilla. Pero con los días iba viendo la situación: un segundo operativo, otro.... Empezaron las especulaciones y las dudas. La impotencia me recorría y el pensar que él no habla nuestro idioma para expresarse me impulsó a hablar en su nombre”.
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Yasmin es consciente de lo complejo de la situación actual. “Estamos en un momento incierto y desconcertante. Hasta que los profesionales encargados de él no verifiquen cómo es la herida, si ha quedado dentro la otra parte del arpón y que riesgos entraña, no se puede saber. Estamos a la espera”.
Tenemos que alzar la voz para que existan los medios suficientes y adecuados para la protección de estos mamíferos tan extraordinarios
La activista subraya el poder que tienen iniciativas como la campaña puesta en marcha en Change.org. “Creo que las firmas demuestran el poder de la ciudadanía, no sólo gallega, sino internacional. El caso de Manoliño es solo un ejemplo de que las administraciones deben saber cómo actuar ante una situación como esta. En primer lugar por la salud del cetáceo, y después por salvaguardar su protección. Galicia es la segunda zona de Europa que más delfines alberga. Es un orgullo para los gallegos, y tenemos que alzar la voz para que existan los medios suficientes y adecuados para la protección de estos mamíferos tan extraordinarios”.
¿Qué puede pasar en los próximos días? “Sinceramente, no lo sé”, reconoce Yasmín. “Pero sí sé qué es lo que deseo. Que la Consellería movilice los medios necesarios para esta situación y para las próximas que puedan producirse. Qe se haga justicia por Manoliño: él debe quedar libre en su hábitat natural. Y que se busque a los responsables: si clavarle el arpón fue intencionado, es una crueldad que no se puede dejar de investigar. Si se debió a alguna otra causa, la ciudadanía quiere una explicación. Insisto: el delfín no puede hablar. Él lo único que hace es estar en su casa y alimentarse de lo que le pertenece. ¿Quiénes somos nosotros para hacerle semejante brutalidad? El éxito de esta campaña demuestra que aún queda esperanza en los humanos. O al menos, eso quiero creer. Por el bien de Manoliño y los demás seres que habitan el mar”.
ACTUALIZACIÓN
Un día después de la publicación de este artículo, los apoyos a favor del rescate de Manoliño crecieron hasta superar las 130.000. Yasmín Rodríguez decidió entonces enviar todas las firmas a la Consellería. "Quiero que los firmantes sepan que se ha pedido comprobar que el cetáeo no corre peligro, pero también que se ha exigido una investigación sobre lo ocurrido para que un hecho así no se vuelva a repetir. Galicia debe estar preparada para un acontecimiento como este", asegura.