Especial
Detectan plaguicidas no autorizados en alimentos españoles
Un informe de Ecologistas en Acción denuncia el hallazgo de plaguicidas disruptores endocrinos en multitud de alimentos.
Los disruptores endocrinos, también llamados disruptores hormonales o EDC, por sus siglas en inglés, son sustancias químicas capaces de alterar nuestras hormonas y, por tanto, de provocar alteraciones en el correcto funcionamiento del cuerpo humano que pueden traducirse, en último término, en graves problemas de salud. Un compuesto presente en muchos productos que utilizamos en nuestro día a día, como cosméticos o plásticos, pero también, y muy especialmente, en infinidad de plaguicidas empleados en la agricultura.
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Dada su comprobada toxicidad, el uso de muchos de esos plaguicidas está terminantemente prohibido en la Unión Europea. Y sin embargo, están ahí. Así lo demuestra un informe de Ecologistas en Acción que acaba de ver la luz, y que ha hallado en alimentos producidos en nuestro país restos de 125 plaguicidas diferentes: de ellos, 57 son disruptores endocrinos, 64 son no autorizados y 13 candidatos a ser sustituidos por su elevada toxicidad.
Aunque solo el 1,75% de las muestras superaban el límite legal permitido, la organización ecologista se muestra muy preocupada por el hecho de que el 35% de los alimentos tuvieran algún residuo de un plaguicida, e incluso muchas veces de varios plaguicidas a la vez. Según recuerda Ecologistas en Acción, “los residuos en pequeñas cantidades pueden causar efectos en la salud”.
El informe, titulado ‘Directo a tus hormonas. Residuos de plaguicidas en alimentos españoles’, tiene como objetivo “visibilizar cómo los alimentos que están a disposición de las personas las exponen a restos de plaguicidas tóxicos”, según denuncia la organización ecologista. Un análisis que parte de los últimos datos oficiales disponibles del año 2020 del Programa de Control de Residuos de Plaguicidas, recopilados por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), y que arroja otras conclusiones que son, cuanto menos, igual de preocupantes que la presencia de estos disruptores hormonales.
Campeones de los plaguicidas
Entre ellas, Ecologistas en Acción denuncia que España sigue siendo líder europeo en ventas de plaguicidas, con 75.775 toneladas vendidas en 2020. “La tendencia en las ventas de plaguicidas no baja en los últimos años, lo que hace muy difícil el cumplimiento del objetivo de la Estrategia de la Unión Europea ‘de la granja a la mesa’ de reducir un 50% el uso y riesgo de los plaguicidas sintéticos para el año 2030”, apuntan desde la organización ecologista.
El informe también denuncia el escaso control de las autoridades sobre este tipo de compuestos. “España sólo analiza 3,26 muestras de alimentos por cada 100.000 habitantes, frente a las 17,25 de la media de la Unión Europea, lo que nos pone a la cola de Europa en el cumplimiento de esta obligación legal”, explican. Además, España cada año analiza un número menor de muestras de alimentos en busca de residuos de plaguicidas. En cuatro años, nuestro país “ha reducido a la mitad el número de muestras de alimentos recogidas, lo que implica peor información a la población sobre las sustancias que pueden afectar a su salud”.
Los alimentos que presentaban una mayor presencia de estos disruptores hormonales fueron las frutas y verduras. En concreto 117 plaguicidas (de los que 52 son EDC) contaminan el 41% de las muestras. Los dos alimentos con mayor número de plaguicidas fueron las naranjas con 36 sustancias (27 de ellas, EDC) y los pimientos dulces, con 27 (17 EDC). En el caso de los alimentos de origen animal, el 13% de las muestras analizadas contenían residuos de plaguicidas, una cifra que asciende al 57% en el caso de muestras de pescado y marisco.