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El último concierto de Amy Winehouse
La cantante fallecería cinco semanas después, el 23 de julio de 2011, a los 27 años
El 18 de junio de 2011, en Belgrado, capital de Serbia, la cantante Amy Winehouse daba el que sería su último concierto. La actuación, que prometía mucho tras el gran concierto que había ofrecido en Londres unos días antes, terminó siendo desastrosa y tuvo como consecuencia las burlas y abucheos de sus seguidores. Amy casi no se tenía en pie. Aquella noche, la artista británica se presentaba, una hora tarde (eso ya había enfadado mucho al público) y tambaleándose, ante más de 20.000 personas. Subió al escenario en un lamentable estado y ofreció un bochornoso espectáculo olvidándose las letras y, moviendo continuamente sus brazos, apenas era capaz de cantar.
Todo ello derivó en un parón inesperado de la gira mundial en la que en ese momento se encontraba inmersa la artista. El motivo no era otro que su adicción al alcohol y las drogas. De hecho, iba a actuar en España dos semanas más tarde, ya que era cabeza de cartel del festival BBK Live, en la capital vizcaína, pero no pudo ser. "A pesar de asegurar que desea llevar a cabo sus compromisos, ha acordado con sus representantes que no puede dar lo mejor de sí misma y que regresa a casa. Le gustaría disculparse con todos los fans que esperaban verla en sus actuaciones, pero siento que hace lo correcto", decía un comunicado.
Aquella noche en Belgrado, Amy se enfundaba en un vestido negro y ajustado con estampado de bambú, diseñado por su estilista y amiga Naomi Parry. Lo combinaba a la perfección con su casi imponente peinado, al más puro estilo años cincuenta. De hecho, ese mismo vestido era subastado el año pasado por sus padres, Mitch y Janis Winehouse.
El vestido alcanzó un precio de 243.200 dólares (210.160 euros), consiguiéndose vender por un precio 16 veces más alto que su valor original de 15.000 dólares (12.970 euros). La prenda se describía en el catálogo como "un minivestido halter que abraza la figura a medida, diseñado por la diseñadora y estilista de Winehouse, Naomi Parry, que tiene un estampado de bambú y flores sobre seda incorporado en un vestido de Spanx". Al final, de los 800 artículos expuestos para la subasta, la compra más esperada fue la del vestido que usó Winehouse en lo que sería última actuación. Los beneficios obtenidos en la subasta se destinaron a la Fundación Amy Winehouse, que fue creada por los padres de la artista con el objetivo de tras concienciar y apoyar tanto a jóvenes como a adultos con problemas de adicción.
Nadie podía presagiar que aquella fatídica noche de Belgrado sería el último concierto que daría en su vida. Cinco semanas más tarde, el 23 de julio, la cantante fallecía en su casa de Candem, en Londres. La policía británica recibía una llamada, sobre las cuatro de la tarde, de los servicios de emergencias en la que se comunicaba el fallecimiento de una mujer. Un tribunal de Londres dictaminó que la cantante murió de manera "accidental" al consumir cinco veces más alcohol que el permitido para conducir, tras tres semanas de abstinencia. En su cuerpo se encontraron 416 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre, cuando el límite legal para conducir son 80 miligramos. El mismo informe asegura que, junto a su cadáver, se encontraron tres botellas de vodka, "dos grandes y una pequeña". El examen concluyó que los órganos vitales de Amy estaban en buen estado y pruebas toxicológicas no hallaron en su cuerpo sustancias ilegales cuando murió.
Winehouse fue incluida en el llamado Club de los 27 tras fallecer a la edad de 27 años, la misma a la que murieron otra serie de reconocidos músicos como consecuencia, en su gran mayoría, de sus problemas con el alcohol y las drogas: Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin y Kurt Cobain son sus integrantes más relevantes.
Ana de la Morena
Periodista y redactora de LOS40 Classic.