¿Cómo perciben el tiempo los animales?
Una investigación ha estudiado la manera en que 100 especies de animales interpretan el tiempo. Algunos resultados son sorprendentes.
Son preguntas que casi todos hemos hecho alguna vez: ¿cómo ven el mundo los perros? ¿Y los gatos? ¿Y una mosca? ¿Qué percepción tienen del espacio y del tiempo? ¿Es tan distinta a la nuestra? El doctor Kevin Healy, de la Universidad de Galway (Irlanda), ha querido dar respuesta a algunas de ellas. Y para ello, ha estudiado en profundidad los sistemas visuales de 100 especies de animales, en un completo trabajo que será presentado esta semana en la prestigiosa British Ecological Society.
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La primera conclusión es clara: cuanto más pequeños son los animales, más deprisa perciben el paso del tiempo. Además, también juega un papel esencial en esa rapidez el hecho de que sean capaces de volar o vivan en el medio marino. Y, ante todo, esa manera de ver el mundo está directamente relacionada con sus necesidades en materia de alimentación y supervivencia.
De la mosca a la estrella de mar
Entre todas las especies analizadas, el primer puesto se lo lleva el moscardón y la mosca dragón. Ambas son, con diferencia, las que detectan los cambios del entorno a mayor velocidad, con una visión de 300 Hz (lo que significa que son capaces de ver cambios 300 veces por segundo). Esta velocidad se sitúa muy por encima de la de los seres humanos, que podemos ver el mundo a 65 Hz.
En lo que respecta a los animales vertebrados, algunas especies de aves son las que se sitúan en lo más alto de la clasificación. Concretamente, la familia de los papamoscas, un pájaro de pequeño tamaño que captura a los insectos en vuelo, algo a lo que ayuda de forma considerable su capacidad de ver el mundo a 146 Hz. En el medio marino, los salmones son capaces de ver a 96 Hz, mientras que los perros lo hacen a una velocidad ligeramente superior a la nuestra: 75 Hz. En el lado contrario de la clasificación se encuentran especies como las estrellas de mar, con una velocidad de 0,7 Hz.
”Al observar una gama tan amplia de animales, desde libélulas a estrellas de mar, nuestros hallazgos muestran que la percepción del tiempo de una especie en sí está vinculada a lo rápido que puede cambiar su entorno”, ha explicado el propio Dr. Kevin Healy en un comunicado. “Esa percepción detallada de los cambios es muy útil si se mueve con rapidez o necesita precisar la trayectoria de una presa en movimiento”, añade.
Entre los hallazgos que más han sorprendido a Healy, uno destaca sobre el resto: la mayor rapidez con la que perciben el tiempo los animales marinos frente a los terrestres. Y de nuevo, la búsqueda de alimento juega un papel clave. “Creemos que esta diferencia puede deberse a que en los entornos acuáticos los depredadores pueden ajustar continuamente su posición cuando se abalanzan sobre la presa, mientras que en los terrestres, los depredadores que se abalanzan sobre la presa, como una araña saltarina, no pueden hacer ajustes una vez que se han lanzado”, ha señalado el investigador.
Pero hay más. La percepción del tiempo también varía dentro de una misma especie, incluidos los seres humanos. Otros estudios han llegado a la conclusión de que sustancias como el café pueden hacer que incrementemos sensiblemente la velocidad a la que vemos el mundo. Asimismo, en deportes como el fútbol, algunas investigaciones han demostrado que los porteros son capaces de percibir los cambios a mayor velocidad.