Objetivo: reverdecer las ciudades
El proyecto de renaturalización urbana del Ministerio para la Transición Ecológica apuesta por dar mayor protagonismo a los espacios verdes en las ciudades de más de 50.000 habitantes. Hablamos con un experto sobre la importancia de vivir en ciudades más verdes.
Más de la mitad de la población mundial, en torno al 56%, vive en ciudades. Y el número no para de crecer. Según las previsiones, la tendencia continuará hasta alcanzar su cénit en 2050. Ese año, casi 7 de cada 10 habitantes del planeta vivirá en grandes núcleos urbanos. Un dato que que invita a repensar las ciudades en infinidad de aspectos, desde la movilidad hasta el urbanismo, pasando por los servicios o la energía.
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Los espacios verdes siempre estuvieron ahí. Las ciudades los incorporaron a su diseño desde el inicio a sabiendas de que resultan esenciales para la salud física y mental de sus habitantes. Y sin embargo, procesos como la industrialización o la aparición de los coches han contribuido a desnaturalizar progresivamente las ciudades en favor del omnipresente asfalto. Es hora de revertir el proceso.
Con esa idea en mente, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), ha hecho públicas las propuestas de renaturalización que ha recibido de las distintas ciudades españolas. En total, 64 municipios de más de 50.000 habitantes optan a una línea de ayudas que cuenta con un presupuesto total de 62 millones de euros. El objetivo: “incrementar la biodiversidad y la conectividad ecológica” en dichas localidades, según ha explicado el propio Ministerio.
En total, 16 comunidades autónomas se han presentado a esta segunda convocatoria. Pero no todas lo han hecho con el mismo interés. Las que más parecen preocuparse por la necesidad de reverdecer los entornos urbanos son, por este orden, Cataluña, Andalucía y Madrid. La primera ha presentado un total de 11 iniciativas, mientras que la segunda ha hecho lo propio con 10 y la tercera con 9. Tras ellas se sitúan la Comunidad Valenciana (8), Castilla y León (6), Galicia (4) y Murcia (3). En el anterior programa de ayudas para la renaturalización urbana, correspondiente a 2021, participaron otras 18 ciudades.
La convocatoria se resolverá a finales del primer trimestre de 2023, según ha avanzado el Ministerio. Para decidir cuáles son los proyectos merecedores de las ayudas, se premiarán aquellos considerados "altamente transformadores y ambiciosos", y que se adecúen a la problemática que se persigue resolver, como combatir la crisis climática o la contaminación atmosférica, dos de los principales retos que afrontan las ciudades del siglo XXI y ante los que los espacios verdes están llamados a jugar un papel protagonista.
Hacia una nueva forma de vivir
“El modelo de ciudad se ha quedado obsoleto”, asegura Ramón Gómez, del estudio de paisajismo en Herba Nova y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. “Nuestras ciudades se diseñaron pensando en el vehículo privado, lo que eliminó muchos espacios libres y ha ido provocando que nos aislemos cada vez más de la naturaleza. Vivimos en ciudades estériles, estancas e impermeables. Y esto es perjudicial para el planeta, pero también para nuestra propia especie”, asegura.
“Hemos creado espacios espacios estériles, y eso nos lleva a una ausencia de biodiversidad”, lamenta Ramón. “Por eso, la tendencia es cada vez más crear vínculos con la naturaleza, retales de ella dentro de la propia ciudad. Los espacios verdes no sólo son grandes reguladores del clima: también aportan toda clase de beneficios psicológicos y sociales”.
¿Cómo de verdes deberían ser nuestras ciudades? Ramón recuerda la conocida como regla del 3-30.300. “Desde nuestra ventana deberíamos ver, al menos, tres árboles. Nuestra calle ha de contar con un 30% de arbolado como mínimo. Y conviene tener una zona verde a, como mucho, 300 metros de nuestra vivienda”, explica. “Las zonas verdes no son sólo un elemento decorativo o de recreo: son esenciales para que vivamos en ciudades mucho más amables”.