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Lorena Gómez: “Si hubiera tenido redes en ‘Operación Triunfo’, hubiera sido Beyoncé”
La cantante habla de las redes en su último single: ‘Ojo de halcón’
Lorena Gómez se enfrenta a este nuevo año con la ilusión de la que sabe que tiene un disco en perspectiva, sería el primero suyo desde 2008. Y es que, la que fuera ganadora de la edición de Operación Triunfo 2006, siempre ha estado vinculada a la música, pero sin centrarse en un álbum.
De momento ha lanzado dos singles. El primero, Me vuelvo a la vida, se lo dedica a su madre, fallecida hace dos años. Un suceso que ha marcado un antes y un después en su vida. Ahora intenta disfrutar del presente porque no sabe lo que vendrá y lo hace desde la libertad, la misma que reivindica en su segundo single.
Ojo de halcón, es un tema que nos invita a reflexionar sobre la dualidad de las redes sociales tan presentes en nuestra vida y de eso hemos hablado con ella para comprobar que está en su etapa más zen y una de las más felices tanto en lo profesional como en lo personal. Está felizmente enamorada de René Ramos, padre de su hijo de casi tres años que es el motor de su vida.
Ojo de halcón y la dualidad de las redes sociales, ¿cuál es tu relación con ellas?
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Sinceramente, no ha sido una canción autobiográfica. A día de hoy, cruzo los dedos, puedo decir que tengo bastante buen público en redes sociales y me tratan con muchísimo respeto y cariño. Pero sí historias que me cuentan compañeros y amigos que venden un poquito más su vida en redes sociales y lo veo diariamente. Lo he tratado muy elegantemente, no se puede decir que sea una canción con pullitas directas a nadie, pero creo que era necesaria para concienciar y para que los niños y adolescentes que están con redes sociales, crezcan con respeto a toda la gente. Hay que tener cuidado con lo que se publica y lo que se habla y espero que haya sido un mensaje útil.
Por lo menos invita a la reflexión.
El punto de partida es la salud mental. Si estás bien contigo mismo, no tienes la necesidad de entrar en la vida de otros de esa manera y atacar de esa manera. La gente que hace eso lo hace, o bien por una llamada de atención o porque no están bien consigo mismos, o porque necesitan drenar de alguna manera su ira su rabia, su frustración… no sé, no sé muy bien cuál es la fórmula secreta que hay escondida detrás de todo esto, ojalá lo supiéramos para intentar ayudar. Los psicólogos y los psiquiatras están para algo. Lo mismo que te cuidas por fuera te tienes que cuidar por dentro.
Vende más el drama, a nivel musical, que lo bueno
En esa dualidad, las redes nos han aportado muchos beneficios, pero también muchos quebraderos de cabeza, ¿por qué nos quedamos por norma con lo malo?
Es lo que más llama la atención. Reconocer el éxito y ser bueno y benévolo a la hora de comentar y hacer buenas críticas en redes sociales, sinceramente, eso no atrapa, no llama. Tú no vas a una entrevista de televisión o radio a contar solo lo bueno muchas veces. Está la otra parte, que es la del corazón, que es la que entra en esa parte incómoda. Vende más el drama, a nivel musical, que lo bueno. Sales diciendo que la vida te va fenomenal y nada, pero si sales con que he roto con mi chico, me ha sido infiel, no puedo más con la vida porque me ha pasado esto y somos así, nos gusta indagar y sentirnos identificados.
Al final los personajes públicos sois el espejo en el que se mira la gente y ver el lado malo ayuda a que la gente os humanice porque non todo es perfecto en vuestras vidas, ¿no?
Yo siempre he mostrado en redes sociales la cara bonita y, en algunos momentos he mostrado la cara no tan bonita y he sentido un apoyo tan grade que pienso, qué guay que sientan esa empatía y que vean que no somos perfectos, que por muchos que salgamos sonriendo en redes sociales o salgamos felices, nuestra batalla la tenemos por dentro y nadie sabe la mochila que tenemos cargada de cosas que nos han pasado. Esto también es un llamamiento para toda la gente que está creciendo con esta nueva era de tecnología, que no piense que todo es perfecto, que hay una parte negativa y que todo el mundo pasamos por momentos buenos y no tan buenos.
Aunque dices que tus seguidores son buenos contigo, supongo que no te habrás librado de alguna crítica, ¿cuál es la que se te ha quedado?
Ha habido muchas cosas que nunca he publicado por no dar que hablar. Uno tiene que saber dónde está el límite en las redes sociales. Más allá de qué cambio más drástico has dado desde OT hasta ahora, te has operado… todo eso son cosas más superficiales. Nunca he sentido una crítica que digas, qué dolor tan grande. Siempre me he sentido muy querida, sobre todo a nivel musical.
Y de recibir una crítica dura, ¿podrías afrontarlo sin problema?
El vídeo de Ojo de halcón representa que yo estoy dentro de un teléfono, estoy exponiendo constantemente mi vida y mi día a día a la gente. Hay una escena en concreto que representa un concierto que están todos alumbrándome con sus linternas y hay uno que, de repente, deja de alumbrarme, para, y hace un gesto como de ‘paso de esta chica’ y se va. Sí que es verdad que en ese momento no me fijo en las personas amables que están viendo mi concierto y pasándoselo bien, sino que me fijo en la persona que se está yendo, preocupada pensando por qué lo habrá hecho. Y eso me pasa cuando saco una canción y tengo muchos comentarios buenos y uno malo y te centras en ese, y no deberíamos. No nos podemos responsabilizar de lo que esté pasando esa persona.
Me he vuelto ese tipo de persona como más zen
Eso es muy mindfulness.
Claro, desde hace cuatro años que tengo a mi coach, a mi psicóloga que está conmigo a por todas y me cuenta que desde el inicio hasta ahora he cambiado una barbaridad, soy otra persona. No es solo por el psicólogo, es poner de tu parte, es ir entendiendo poco a poco que lo que les pasa a otras personas no tienen que volcar esa rabia hacia ti y tienes que sentirte mal. Antes era de discutir y ahora es como, ‘cuando se te pase, si quieres hablamos’. Hay momentos en los que pierdes los nervios, por supuesto, pero me he vuelto ese tipo de persona como más zen. Y con mi hijo igual, cuando le dan rabietas le digo, ‘ok, mamá está enfadada, cuando se te pase, vienes’ y al cabo del rato él como si nada.
No pasa nada por hacerle en el pañalete, de vez en cuando, un culetazo como dice mi hijo
Ese modo zen es difícil de mantener siempre con los niños.
Lo estoy manteniendo porque estoy empezando con las rabietas. Cuando tenga cinco años y lleve ochocientas cincuenta rabietas le habré gritado ochocientos cuarenta y nueve y no nos tenemos que sentir culpables tampoco por eso. Somos personas, somos humanos y no todo es perfecto. No pasa nada por gritar, no pasa nada por hacerle en el pañalete, de vez en cuando, un culetazo como dice mi hijo. No pasa nada, somos humanos, es normal.
“Tu libertad termina donde empieza la de los demás”. ¿Por qué crees que cuesta tanto entenderlo en este mundo donde cada vez más la gente opina de todo y se ofende por todo?
No te puedes sentir libre cien por cien nunca. Yo que he vivido todo el tema de mi mami que falleció hace dos años, no he colgado muchas cosas de ese tema, primero, porque no estoy preparada y a nivel psicológico es otra movida, pero pienso que, si yo ahora mismo cuelgo una foto divirtiéndome, riéndome y pasándomelo bien va a haber personas que digan, ‘jolín, si se le ha muerto su madre por qué está así’. Es tan cruel… pero es así. Yo todos los días que me levanto tengo una parte mía que está triste y nostálgica y, otra parte, está feliz porque tengo un hijo sano y me estoy dedicando a lo que me gusta, estoy viviendo mi sueño de una manera super bonita, pero eso no quita que estés triste por otra cosa. Uno no puede estar 24 horas feliz, ni 24 horas triste, tampoco. Hay que pensar que no todo es oro lo que reluce, ni todo es bonito. La gente ya empieza a atacar, que si tiene dinero, es feliz porque viaja porque tal… no todo es blanco ni negro. Cuando veo una chica preciosa que cuelga una foto porque se siente bonita y, de repente, empiezan con que si está operada, tiene dinero, se ha teñido… ahí es donde me refiero a que tu libertad termina donde empieza la de los demás. No puedes nunca ser libre cien por cien, y es una pena.
Una banda de mujeres al poder, de estamos aquí
En el videoclip te vemos impresionante con varios modelitos de Hanibal Laguna, Jordi Dalmau, Roberto Diz… apoyando la moda española, ¿no?
Lo hablo y se me pone el pelo de punta de lo que me estás diciendo porque, primero, porque me gusta y son de la tierra, pero no te imaginas la ayuda probablemente que estás dando a tu gente sin ellos saberlo, porque ellos triunfan muchísimo, pero es que este vídeo no sabemos dónde puede llegar. Además, mi banda de mujeres que las quería ahí, en mi video. Una banda de mujeres al poder, de estamos aquí y tocan increíblemente bien y estoy feliz con esta nueva etapa en la que tengo el poder de elegir. Cuando estás en grandes multis, te imponen por convenidos con marcas y eso y poder elegir, yo feliz de la vida.
Vamos, que estás experimento esa libertad que reivindicas.
Más que nunca. Te juro que estoy en un momento profesional… estrenando maternidad, estrenando libertad, estrenando el poder llevar, por fin, el barco. Yo era la típica de asertividad cero, era como que no sabía decir que no y ahora estoy en ese momento de decir que no cuando no lo veo y no me siento a gusto, hacer realmente lo que me apetece. Y ahí tiene mucho que ver todo lo que he vivido estos tres o cuatro últimos años. El fallecimiento de mamá ha sido, para mí, un antes y un después. Estamos en la vida de paso y hay que hacer lo que uno siente y lo que le nace del corazón.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...