Las empresas españolas no cumplen en la lucha contra el cambio climático al viajar en avión

Un ranking evalúa a 322 compañías europeas en materia de emisiones causadas por vuelos corporativos. Entre las españolas, tan sólo una establece un objetivo de reducción de CO2.

El tráfico aéreo genera el 13,9% de las emisiones del transporte. / Getty Images

Los viajes en avión suponen una importante cantidad de las emisiones de gases de efecto invernadero que agravan el cambio climático. Según la Comisión Europea, la aviación genera el 13,9% de las emisiones de CO2 del transporte. Y va a más: la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) indica que las emisiones de la Unión Europea procedentes de la aviación internacional se han duplicado desde 1990, como fruto de que el número de pasajeros es tres veces mayor desde aquel año. No es sólo un problema de CO2: los motores de los aviones emiten otros gases —óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y agua (H2O)— y partículas como el hollín. Se calcula que todo ello tiene el doble de efecto en materia de calentamiento climático que el propio CO2.

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Ahora, un estudio realizado por la campaña Travel Smart, de la que forman parte organizaciones como la española Ecologistas en Acción, ha publicado un nuevo ranking en el que se evalúan las emisiones, los objetivos de reducción y la transparencia en la información sobre los vuelos de trabajo de 322 empresas europeas, norteamericanas y asiáticas. Compañías cuyos trabajadores se desplazan con frecuencia en avión, en viajes de negocios que suponen un importante porcentaje del total.

Las conclusiones no invitan precisamente al optimismo. La práctica totalidad de las empresas españolas analizadas no establece objetivos para reducir las emisiones de los viajes corporativos. De las 18 empresas españolas analizadas para la elaboración del ranking, solo una, Mapfre, ha establecido un objetivo para reducir las emisiones de los vuelos de negocios (-8% para 2024). Se trata, según Ecologistas en Acción, de “un primer paso a valorar pero insuficiente para reducir el impacto climático total de sus vuelos corporativos”.

Las mejores… y las peores

Si se echa un vistazo al estudio al completo, sólo 50 de las 322 empresas analizadas cuentan con objetivos de reducción de sus viajes de trabajo. Y de ellas, tan sólo cuatro cumplen con todos los principales criterios requeridos: informar de las emisiones de los viajes en avión y comprometerse a reducirlas en un 50% o más de cara a, como tope, 2025. Esas empresas son Novo Nordisk (farmacéutica, Dinamarca), Swiss Re (financiera, Suiza), Fidelity International (financiera, Reino Unido) y ABN Amro (financiera, Países Bajos).

En el lado opuesto de la balanza, Volkswagen, KPMG y Johnson & Johnson son las tres principales emisoras de la clasificación: ni siquiera cuentan con objetivos para reducir las emisiones de los viajes corporativos. En España, las empresas que más emitieron en 2019 como consecuencia de sus vuelos corporativos fueron Indra (62.787 toneladas de CO2), Banco Santander (53.445 t CO2) e Inditex (34.219 t CO2).

Para elaborar el ranking, la campaña Travel Smart ha analizado 10 indicadores relacionados con las emisiones de los viajes aéreos, los objetivos de reducción y la presentación de informes de las compañías. En función de su puntuación, las empresas reciben una calificación de A, B, C o D. En lo que se refiere a las empresas españolas, la inmensa mayoría (16) ha obtenido una puntuación C, mientras que una obtuvo la calificación B y otra la D.

El estudio muestra que el 10 % de las empresas que más vuela emite tanto como el 90% restante. Esto demuestra la importancia de que estas grandes emisoras se doten de objetivos de reducción de emisiones para conseguir el objetivo global de la campaña de disminuir un 50 % las emisiones de los viajes aéreos corporativos para 2025. Reducir las emisiones de la aviación es ahora más crucial que nunca, para no superar el límite de 1,5 °C de calentamiento global establecido en el Acuerdo de París.

“Las empresas hacen la vista gorda ante los perjuicios de volar por trabajo”, explica Pablo Muñoz Nieto, responsable de la campaña de aviación y ferrocarril de Ecologistas en Acción. “La mayoría de las multinacionales estudiadas están tomando muy pocas o ninguna medida con respecto a los vuelos de negocios, lo que hace que cualquier otro objetivo de viajes carezca de sentido en el contexto de la lucha contra el cambio climático”.