Napoli sobre la manzana de Lydia y Miguel en ‘La isla de las tentaciones’: “Me estoy poniendo cachondo”
Parece que Sor Dolores podría colgar sus hábitos
Parece que Sor Dolores está cada vez más cerca de dejar los hábitos. Lydia empezó muy recatada los juegos en la villa de las chicas en La isla de las tentaciones. Tenía muy presente a su novio, Manuel, y no quería dar lugar a confusiones. Y eso que Miguel, el soltero con el que tuvo más conexión, se lo puso difícil desde el principio. Fue él el que le puso ese apelativo tan casto.
Pero poco a poco, Lydia se ha ido soltando. Ha visto en Manuel situaciones que no le han gustado nada. En la última hoguera vio a su novio salir del jacuzzi en una situación incómoda después de estar con Miriam y eso no se le va de la cabeza.
De hecho, pudimos verla comentarlo con Miguel en una de las camas balinesas. No entiende que su novio le dé al soltero el collar del veto, la elija para verse a través del espejo y le diga que le ama y luego esté tan cerca de la soltera y protagonice imágenes como esas.
Primeras dudas
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“Si te respetase de verdad se hubiera quedado ahí porque sabía que tú ibas a ver esas imágenes. Y si realmente él estuviera enamorado de ti, no tendría esa atracción física como para empalmarse con una tía”, azuzaba el fuego Miguel que no pierde ocasión. “No sabía yo que tenía esa facilidad, mi novio, de tener erecciones”, contestaba ella.
“Si él no quiere salir conmigo, de puta madre, es que no pasa nada, porque yo, no sé si quiero salir con él, te lo digo de corazón”, aseguraba Lydia que no duda en que, si tuviera que tomar la decisión ya, no se iría con él. Y Miguel le aseguraba que no se merece una pareja como él, insegura y egoísta.
Tal vez todo eso que está viendo de Manuel, esté haciendo que Lydia cada vez se suelte más y Miguel no está desaprovechando ocasión para seguir conquistándola.
El juego de la manzana
Consiguió darla un sensual masaje y ahora ha estado a punto de besarla en el juego de la manzana. Un juego que consistía en que tanto ella como él cerraban los ojos mientras Napoli ponía o dejaba de poner una manzana entre sus bocas.
El acercamiento ha sido peligroso y a punto han estado de besarse. “Madre mía, me estoy poniendo cachondo yo”, decía Napoli mientras intentaba que surgiera el beso entre sus compañeros.
“Yo creo que Lydia, por un momento, se ha olvidado de que había manzana, es más, creo que ella sabía que no la había y se estaba acercando a mis labios y creo que estaba super a gusto”, comentaba Miguel frente a las cámaras sin ella delante.
Veremos cómo acaba la historia entre estos dos.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...