Especial
París vota a favor de expulsar de la ciudad a los patinetes eléctricos de alquiler
En un referéndum pionero en Europa, los parisinos han votado a favor de prohibir las empresas que alquilan estos vehículos. Y el resultado ha sido aplastante.
Los patinetes eléctricos parecen haber llegado para quedarse. Cada vez son más los ciudadanos que los utilizan como medio de transporte individual. Son rápidos, versátiles y silenciosos, además de una poderosa arma para luchar contra la contaminación ambiental. Sin embargo, la proliferación de empresas de alquiler de este tipo de vehículos se ha convertido en un serio problema para muchas ciudades. Es frecuente encontrarlos tirados en las aceras, estorbando el paso de los peatones, o a quienes hacen de ellos un mal uso circulando a altas velocidades por las aceras.
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Los parisinos han dicho basta. En referéndum pionero en Europa, el Ayuntamiento sometió este domingo a votación popular la posibilidad de expulsar de la ciudad a las empresas de alquiler de patinetes eléctricos. Y el resultado no deja lugar a dudas: un 90% de los votantes se muestran a favor de que desaparezcan para siempre de las calles. Eso sí: la participación ha sido muy baja: apenas han votado 103.000 personas de las 1,3 millones que estaban inscritas para la consulta.
Actualmente, en la capital francesa operan tres empresas de alquiler de patinetes eléctricos: la estadounidense Lime, la francesa Dott y la alemana Tier, con una flota total de 15.000 vehículos. El contrato de todas ellas termina el próximo 31 de agosto, por lo que esta primavera era el momento idóneo para trasladar este debate a la ciudadanía.
"Peligrosos" y "poco ecológicos"
Entre los factores que han jugado un papel decisivo para inclinar la balanza hacia el lado del no, el elevado número de accidentes en los que se han visto involucrados este tipo de vehículos. En 2022 hubo tres muertos y 459 heridos en los más de 400 accidentes, según datos de la policía. El balance lleva tres años creciendo de manera imparable.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se había comprometido a respetar el resultado de la consulta, fuera cual fuera. Pese a que su mandato se ha caracterizado por una férrea defensa de la movilidad sostenible (sus políticas de fomento de la bicicleta y las trabas a la circulación de coches han sido ejemplares para otras capitales europeas), hace tiempo que se mostró abiertamente en contra de estas empresas. ¿El motivo? Considera a los patinetes eléctricos peligrosos, poco ecológicos dada la escasa duración de sus baterías de litio y un foco de conflicto en el espacio público, especialmente con los peatones.
Ahora, los parisinos parecen darle la razón a Hidalgo. Y lo han hecho a pesar de la intensa y costosa campaña puesta en marcha por Lime, Dott y Tier, que incluso llegaron a contar con algunos de los influencers locales más populares para mover el voto a favor de su permanencia en la ciudad, con el hashtag #SauveTaTrott (“salva tu patinete”, en francés). No ha dado resultado.
Como es lógico, la votación no afecta a los patinetes eléctricos de los particulares, que podrán seguir usándose con total libertad en las calles de París. A partir del próximo verano, lo harán en unas calles mucho más vacías de este tipo de vehículos.