La octava expulsión de ‘MasterChef 11’, considerada como una traición: “No debería haberse permitido”
Los menos han hablado, incluso, de transfobia
Esta semana hemos tenido triple sesión de MasterChef 11. El domingo expulsaban a Carlota, el lunes a Larraitz, después de saberse que estaba embarazada y, este martes le ha tocado el turno a Tuki.
Después de la prueba de Vejer de la Frontera, quedaban con delantal negro Álex, Eneko, Fray Marcos, Jeremy, Pilu, Merce, Jorge Juan y Tuki. El jurado daba la posibilidad a los delantales blancos de salvar a uno de ellos y escogían a Tuki.
Pero entonces les decían que uno de ellos tendría que ponerse en su lugar y fue entonces cuando se echaron para atrás y le volvían a mandar a la prueba de eliminación. Tenían que elaborar un plato con sabor japonés que incluyera una elaboración con el tradicional hongo Koji.
Fueron salvándose poco a poco hasta que la cosa quedó entre Jorge Juan y Tuki y acabó siendo eliminado el último por haber elaborado un plato “imposible de comer”.
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Su eliminación provocó las lágrimas de algunos de sus compañeros. Camino no podía evitar llorar: “Yo de Tuki he aprendido que la creatividad, la magia de la vida está en la diversidad y Tuki es una persona que lo tiene todo”.
Pero Pepe Rodríguez les recordaba que ellos le habían mandado a la eliminación y parte de la audiencia ha considerado que este resultado es fruto de una traición por parte de sus compañeros que sabían que era el más débil en esa prueba. Y así lo ha recordado la audiencia que ha criticado la decisión del grupo.
“Quería haber aprendido mucho más, pero ha sido ritmo frenético, de ir aquí y allá. Yo soy de deportes y estar con la adrenalina arriba y ocupar mi tiempo haciendo siempre un montón de cosas y me ha gustado el curro. Estoy pro activo a eso”, decía en su despedida.
Historia personal
Su concurso ha estado marcado por su historia personal. “En la adolescencia fue como, uy, si parece que tengo que encajar en este molde. Tenía que gustar a los chicos y hacer ese paripé que no me identifica nada. Hace tres años que dije, ‘ni de coña’. Y acepté cómo me identificaba, que no me identificaba ni como hombre ni como mujer sino como una persona no binaria. A mí los roles de hombre, mujer, se me quedan ya, ufff”, explicaba esta semana.
Cuando le preguntaban cuál había sido su referente para darse cuenta de que había otras opciones, él lo tenía claro: “Una serie de televisión, The Good Guys. A un niño le pasó que dijo ‘no soy tu hija, soy tu hijo’ y eso me enfocó la mente y no podía parar de pensar en eso, en plan, ‘ojalá fuera yo esa persona’.
En cuanto a su familia, reconocía que “mi madre es como ‘si eres feliz, ya está’. Al principio costó un poco lo del nombre, pero nada, todo guay. Al año estuve ahorrando y me hice una masectomía y fue liberador, mental más que otra cosa”.
Una historia que ha repetido en varias ocasiones en el programa, según algunos, de manera un tanto forzada. El caso es que se define como persona no binaria y a eso se han acogido algunos para insterpretar esta expulsión como un acto de transfobia.
Han sido los menos porque, lo cierto es que la gran mayoría, pese a que les caía bien, eran conscientes de que su nivel de cocina era más bajo que el de sus compañeros.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...