Amaia Romero conquista nuestros corazones con su versión de 'Fiebre'

Amaia nunca decepciona. Después de prácticamente un año embarcada en la gira de presentación de su último disco (Cuando No Sé Quién Soy), con la que ha pasado por diferentes salas y festivales de la geografía nacional e internacional, la cantante ha cumplido esta medianoche uno de los grandes deseos de sus fans.

Desde el inicio de su primera gira, la pamplonica siempre ha amenizado sus conciertos con alguna que otra versión. Con el tour de su primer disco, Pero No Pasa Nada, Amaia regaló a sus fans las versiones de Cuando zarpa el amor y Qué nos va a pasar. En su segunda gira, sin embargo, abandonaba a Camela para acercarse a Bad Gyal e interpretar el que es sin duda uno de sus clásicos, Fiebre, además de ofrecer su propio homenaje a David Bisbal con fragmentos de Ave María.

La ganadora de Operación Triunfo 2018 ha lanzado la versión en estudio de Fiebre, a la que ya en los conciertos calificaba como "la mejor canción de amor jamás escrita". Y es que Amaia solo necesita de un piano y su voz para conquistarnos, despertándonos las ganas tanto de salir a la pista de baile como de querer dedicar este temazo a una persona especial.

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Amaia, además, sabe cómo jugar con nuestras expectativas: el tema empieza a capela, introduciendo poco a poco el piano junto a un coro que se escucha a lo lejos, cambiando el tempo de la canción a su antojo y añadiendo instrumentos que no se escuchaban en el directo, como un sintetizador o percusión eléctrica.

Y es que como la navarra existen pocas voces en España: cualquier canción le queda bien. Se une así a la fiebre de Bad Gyal para hablarnos de un flechazo en medio de la pista de baile, de un chico vestido de Armani y pantalones negros que despierta su interés en medio de un montón de gente, provocando que queramos gritar junto a ella: "Yo solo te bailo a ti".

De esta manera, reinterpreta, reinventa y refresca una canción que lleva más de un lustro formando parte de la banda sonora de nuestras vidas, haciéndola más melódica y alejándola de la original. La conclusión es sencilla: Bad Gyal solo hay una, pero Amaia Romero también.