Brad Pitt ha vendido su casa encantada por 40 millones de dólares

Si te gustan las historias paranormales y casas encantadas, esto te va a gustar. El actor de Hollywood Brad Pitt compró una mansión en los años 90 debido a unos supuestos fantasmas que la habitaban. Treinta años después, la ha vendido por una cifra millonaria.

En su origen, la casa pertenecía a la actriz Cassandra Peterson y ella misma ha confirmado numerosas historias de experiencias paranormales, lo ha hecho en una entrevista en exclusiva para la revista People. La actriz es conocida por su personaje en las pantallas de televisión como Horror host o presentadora de programas de terror como Elvira o Mistress of the Dark.

Estas historias hicieron que Brad Pitt quisiera comprar el inmueble en 1994 por 1,7 millones de euros. El actor está de suerte, porque, más de veinte años después, la casa se ha revalorizado y la ha vendido por más de 40 millones de euros, 24 veces más de lo que costó en su momento. Esa es la vivienda que compartió durante años con su esposa Angelina Jolie y en la que se criaron sus seis hijos.

El edificio está ubicado en los alrededores de Hollywood, exactamente en el barrio Los Feliz, situado en Los Ángeles, Estados Unidos, y tiene 520 metros cuadrados. Una mansión en la que según Cassandra, hacían fiestas y orgías. La actriz le dijo a Brad Pitt que “aquí pasan cosas. Han ocurrido una serie de fenómenos que no sabemos explicar”.

Los sucesos paranormales

Estas experiencias paranormales hicieron que el actor se enamorase de la vivienda y la comprase. Cassandra, la anterior propietaria, afirmó que vio a personas físicas en la planta de arriba de la mansión y oía el sonido de los tacones de una mujer subiendo escaleras. Vio también el cuerpo de una mujer flotando en la piscina, como si estuviera ahogada. En otra ocasión, confirmó que vio a un hombre sentado junto a la chimenea, además, aseguró que “No estaba drogada ni eran alucinaciones. La gente del servicio y mi marido también lo veían”.

De hecho, la situación llegó a tal punto que la actriz tuvo que llamar a un sacerdote para exorcizar la mansión. Sin embargo, a Brad Pitt no le afectó en absoluto y decidió comprarla igual.