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Jaime Nava, disgustado tras encontrarse con la madre de Artùr Dainese en ‘Supervivientes’: “Hay límites”
Las cosas no salen, en principio, como ellos esperaban
Este domingo, también se ha celebrado el Día de la Madre en Supervivientes: Conexión Honduras. Además de ver los emotivos momentos en los que Adara Molinero y Alma Bollo han escuchado los mensajes de sus hijos, también hemos podido ver el reencuentro de Artùr Dainese con su madre.
Pero el programa no se lo ha puesto fácil y le ha hecho sufrir un poco. Cada uno de los dos concursantes tenía que escoger un palo que le llevaría a un destino.
Valentina, la madre del modelo, estaba en Playa de los olvidados hasta donde ha llegado una barca. “Ese no es mi hijo”, aseguraba ella. Efectivamente, quien se reencontraba con ella no era su hijo sino su ‘brother’, Jamie Nava.
Nada más quitarse las gafas que le habían puesto para que no viera nada, bajó de la barca tras reconocer que Valentina era la que estaba en la orilla. Le daba una alegría inmensa verla y no dudaba en abrazarla.
El idioma no fue un problema y entre el español, el italiano y el inglés, lograron comunicarse. “Increíble, Ion, increíble, esta sí que es buena”, decía emocionado. Y le aseguraba a la madre de Artùr que su hijo era como un hermano para él.
“Artùr va a flipar”, aseguraba. Y es que antes tuvo que elegir un palito que le llevó hasta ella. Ion le hizo creer que el destino y la suerte había hecho que el que se reuniera con ella fuera él y no su hijo. Ion le explicaba que tenía que ser él el que le llevara a su amigo el mensaje de su madre.
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“¿De verdad que tengo que hacer eso?”, preguntaba y el presentador le contestaba que tenía que decirle que si hubiera cogido el palito blanco hubiera estado con su madre.
“No me lo puedo creer. Esto es a prueba de bomba psicológica. De verdad, vais a acabar con nosotros”, se quejaba. “Podéis con todo”, le decía Ion. “No, hay límites Ion”, aseguraba él que se notaba afectado por lo sucedido.
Por otro lado, el ucraniano-italiano se encontraba con la hermana de su amigo. Menos efusivo que su compañero, le daba la mano a Begoña. Ion le volvía a explicar lo de los palitos y no entendía nada. Eso sí, escuchaba el mensaje de Begoña para poder transmitírselo a Jaime.
Dos encuentros muy distintos que la audiencia ha valorado en redes sociales.
Intercambio de mensajes
Los dos se quedaban con un mal sabor de boca. Aunque, la organización no es tan mala y menos en un día tan especial. Así que, finalmente, Jaime y Artùr se reencontraban y se intercambiaban impresiones emocionados.
“He estado con tu madre, está aquí, está de puta madre, guapísima, con un vestido azul y su estrella en el cuello. Rubia, ojos claros, sonriente. He estado hablando con ella practicando mi italiano”, le decía.
Artùr, por su parte, le contaba que su hermana le había dicho que le quería mucho y que estaba haciendo un buen concurso. Pero no dejaba de lamentarse de no haber podido ver a su madre. “Tu madre está resplandeciente, no puede estar pasando nada malo ahí fuera”, le aseguraba Jaime.
Cuando Ion conectaba con ellos recibía todas sus quejas por lo sucedido. “Queremos ver nuestra gente ahora”, reclamaba Jaime en tono un poco enfadado ya, “queremos verles Ion, con esto no se juega. ¿Esto qué es? ¿La edición especial puteo Artùr y Jaime? Es una putada, todo el mundo con sus visitas y nosotros no”.
Ion les mandaba coger sus sacos y subir a la barca para reencontrarse con Diego y ver quién era el expulsado definitivo. Una vez en la playa y tras recibir Diego la llamada de su madre, llegaba el reencuentro de Jaime y Artùr con sus familiares.
Reencuentro definitivo
Jaime era el primero en abrazar a su hermana. “La culpable de muchas cosas increíbles en mi vida”, les decía a sus compañeros después de presentársela.
Pero si se había emocionado al verla, más todavía cuando le dio un sonajero de su hija. “Me voy ya Bego, tengo que volver”, decía tras darse cuenta de lo mucho que echaba de menos a su pequeña.
Luego le llegaba el turno a Artùr que corría a los brazos de su madre y se quedaba en estado de shock al verla y no entender cómo podía comunicarse si el equipo no entendía el ruso. Pero su madre le tranquilizó y le aseguró que estaba todo bien y que, entre un poco de italiano y un poco de español, se iban apañando.
Finalmente tuvieron su ansiado chute de energía familiar.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...