Especial
El futuro del Benidorm Fest: un propósito y una condición para su éxito
“Lo primero es no mirar esa decimoséptima posición de Blanca Paloma como una derrota”
Hablar del Benidorm Fest un 17 de mayo, con toda la resaca de Eurovisión todavía tan cerca y estando su celebración tan lejos, puede parecer absurdo. Sin embargo, lo ocurrido en Liverpool con Blanca Paloma nos ha dejado varias lecciones que creo que merece la pena señalar y recordar de cara al éxito de esta preselección. Y es que debe permanecer intacto el propósito de la marca de Televisión Española recordando siempre el pasado más inmediato para que su futuro esté garantizado.
Quizás los haya que, tras ver la 17ª posición de España en el último Eurovisión, cuestionen lo elegido en el Benidorm Fest a favor de otro candidato que, en un futuro hipotético, podría haber conseguido más de cinco puntos en el televoto. Estamos en tiempo de lamentaciones y muchos ‘te lo dije’. Pero si queremos que el Benidorm Fest sea una preselección como Dios manda no habría que salirse del camino marcado por sus dos primeras ediciones.
La condición
El futuro (y el éxito) del Benidorm Fest depende - siempre en mi humilde opinión - de una condición y un propósito. La condición es no mirar esa decimoséptima posición de Blanca Paloma como una derrota. Resultados aparte, hubo una amplia mayoría, especialmente la comunidad eurofan, que pudo soñar con la victoria en Eurovisión 2023 gracias a la propuesta digna y de calidad que llevaba la 'madre de pichones', una propuesta que fue capaz de mantener durante toda la pretemporada eurovisiva la esperanza devuelta por Chanel el pasado año tras volver a casa con una tercera posición histórica.
La condición es no mirar esa decimoséptima posición de Blanca Paloma como una derrota
Lo de Blanca Paloma no gustó en Europa y no pasa nada, era una de las opciones. Unas veces se gana y otras se pierde. Eaea no era el típico hit rompepistas ni el típico éxito que suena en la radio. Era otra cosa, muy nuestra, pero con una ambición de producción y concepto artístico que, como decía, podía no gustar a los espectadores y así fue. No obstante, sería completamente injusto (y tener muy mala baba) decir que lo que hizo Blanca Paloma sobre el escenario de Eurovisión no era algo competitivo. Lo era y, lo más importante de todo, nos permitía hacer eso que tanto nos gusta: sacar pecho y sentirnos orgullosos de la candidatura 'made in Spain'. A nadie se le hubiera ocurrido sacarnos los colores. No podían.
El propósito
Con todo, el propósito del Benidorm Fest debe ser siendo apuntar hacia la victoria sin perder nunca de vista la calidad de la actuación. La poca experiencia del Benidorm Fest es una lección valiosísima que tenemos que tener muy presente a partir de ahora. Chanel y Blanca Paloma defendían apuestas antagónicas en cuanto a estilo, pero tenían en común lo más importante: una ejecución perfecta con dos intérpretes absolutamente carismáticas y talentosas. Aunque ahora Televisión Española busque una revolución para abrir el certamen al público heterosexual, debemos seguir manteniendo el foco en que los próximos campeones cumplan con esos mismos requisitos si queremos seguir con los nervios a flor de piel cuando llegue mayo y nos sentemos delante del televisor para ver al próximo representante de España en Eurovisión. Espero que llegado el momento la memoria no le falle a más de uno.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y autor de ‘Si me dijeras que sí’ y ‘La noche que perdí a la Chica del Pop’. Odio...