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Sara Brasal recuerda las dudas que tuvo a la hora de aceptar el papel de Yoli en ‘Los Serrano’ y lo que supuso
Y comparte cuál es el nuevo rumbo profesional que ha tomado
Ahora que se está celebrando el vigésimo aniversario de Los Serrano, una generación que creció con esa serie se está poniendo en modo nostálgico para recordar a aquella familia con la que pasaron tan buenos ratos. El más visible está siendo Fran Perea por el disco que ha sacado, pero había más personajes entrañables en la serie. Uno de ellos era el de Yoli, la mejor amiga de Teté a la que daba vida Sara Brasal.
Hemos podido verla en Socialité, muy cambiada dos décadas después. “Fue muy curioso porque yo no quería dedicarme a esto. Era muy tímida, venía de un bullying en el cole que yo no soy consciente, pero sé que ahí está. Mi hermana era la que hacía el casting, yo la acompañaba al casting y dos años después estaba dentro”, explicaba sobre su aparición en la serie.
“Yo todo el casting que había hecho era el personaje de Teté y me llamaron para decirme que me habían cogido para ser la amiga de Teté y claro, leí la descripción: Yoli, gorda, con gafas de culo de vaso, con braquets en los dientes y dije, ‘madre mía, yo no quiero hacer esto’”, recordaba sobre aquel momento.
Siempre contó con el apoyo de los suyos: “Mi madre me dio el ánimo de decirme, ‘si quieres hacerlo lo haces, piensa que el personaje este también es muy importante y creo que puede ayudar también’”.
“Cuando lo estás haciendo con once años, no eres consciente de la repercusión que tiene, es más, yo me sentía igual, la misma chica tímida que era secundaria en todo”, señalaba sobre lo que supuso para ella hacer ese personaje.
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“El venir de un bullying, -no me metían la cabeza en el váter ni me pegaban físicamente-, lo que hacían era dejarme sin amigas. Ella es la que se tiene que quedar sola y si vamos a hacer un baile tú no vas a bailar y si vienes a bailar es porque me voy a reír de ti. Encima voy a hacer la fea, la gorda, era como ‘no quiero que se pase a la realidad’”, explicaba sobre las dudas que tuvo a la hora de aceptar el personaje.
Finalmente se decidió y reconoce que el equipo supo tratar muy bien el tema. “Lo hicieron muy bien, me acuerdo de llegar a la prueba de vestuario y me prueban todas las gafas y me veía horrible y me decían ‘todas te quedan super bien, necesito otras que te hagan más fea’, lo hicieron super bien”, recordaba.
Cambio de rumbo
En aquellos tiempos ganó mucha popularidad, pero eso no se mantuvo en el tiempo. “De repente eres super conocido y, de repente, no te conoce nadie, nadie se acuerda de ti, o era la sensación interna que yo tenía. Pasar de mi repre, de llevarme a todos los estrenos a ya no estoy. En el momento que no sonaba más teléfono seguí estudiando teatro y me hace un master en dirección. El profesor de producción nos dijo que ese verano iba a comenzar la peli de Pieles de Edu Casanova por si alguien queríamos ir de becario”, contaba sobre su cambio de rumbo en la profesión.
Ahora da pasos en su camino en la ayudantía de dirección: “Yo ahora mismo vivo más tranquila internamente y personalmente sin estar expuesta. Creo que tener trabajo nunca es un fracaso. Creo que el fracaso es seguir martirizándote con algo que no está saliendo”.
Un cambio de rumbo que, al parecer, la hace feliz.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...