Clara Galle se pronuncia sobre la continuidad de 'Olympo', su serie con Netflix: “Sufro muchísimo”
La actriz habla para los micrófonos de LOS40
Algunos suscriptores de Netflix llevan desde julio esperando la renovación de Olympo. La serie, creada para ser la sucesora natural de Élite, se estrenó en pleno verano para subir la temperatura con una historia sustentada en el deporte, amoríos varios y un reparto explosivo. El final de esa primera temporada quedó completamente abierto. Sin embargo, el gigante del streaming no se ha pronunciado sobre una segunda tanda de capítulos.
Tanto misterio nos ha obligado a acudir a una fuente muy cercana a Olympo. ¡A la mismísima protagonista de la serie! Y es que Clara Galle estuvo el otro día en LOS40 Básico Santander de Sebastián Yatra y aprovechamos la oportunidad para preguntarle por la continuidad de este título. ¿Qué sabe la actriz de todo esto? Pues, básicamente, lo mismo que tú y que yo.
“No sé nada, no puedo decir nada. Sufro muchísimo porque no tengo ni idea”, dijo Clara Galle, quien interpreta a Amaia en la ficción. “Soy la primera del mundo que quiere saber qué va a pasar, pero no sé. Quedó ahí algo precioso, pero no sé”. Con estas declaraciones, se confirma, de alguna manera, que el futuro de Olympo sigue en el aire, aunque, viendo el tiempo que ha pasado desde su estreno, es muy probable que la compañía haya optado por cancelar la serie.
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Las claves de ‘Olympo’
La primera temporada de Olympo aterrizó en Netflix con la ambición de recoger el testigo de Élite, construyendo un retrato crítico y hot del alto rendimiento deportivo. La serie utiliza a Amaia, capitana del equipo nacional de natación sincronizada, como figura central de una historia que va más allá de la gloria deportiva: la presión, la obsesión por la perfección y la sombra del fracaso son los temas que trata la serie.
Olympo plantea un dilema ético que conecta con la eterna pregunta sobre los límites del deporte moderno, en un ecosistema donde el sacrificio físico y psicológico ya roza la deshumanización. Con tintes de thriller, la narrativa de la serie convierte el centro de alto rendimiento en un microcosmos cerrado que interpela al espectador sobre el precio del éxito y sobre hasta dónde estamos dispuestos a manipular el cuerpo (y la voluntad) para alcanzarlo.
