María Castro rescata una imagen de su personaje en 'Sin tetas no hay paraíso': "Ojo a la Jessi"

Sin tetas no hay paraíso fue una de esas series que marcó a toda una generación y que lo petó, rompiendo cualquier esquema establecido sobre la idea que pudiéramos tener en aquellos entonces del amor. Miguel Ángel Silvestre y Amaia Salamanca se convirtieron en la pareja del momento y justo eso llevó al Duque a dar el salto a la cultura de nuestro país.

Pero no solo dejó huella en la audiencia, sino que también lo hizo en sus personajes que de vez en cuando abren el baúl de los recuerdos y rescatan imágenes que valen oro.

La última en hacerlo ha sido María Castro, quien en aquellos entonces vivió una historia en la que se metió en el personaje de la Jessi e hizo maldades varias.

Una imagen guardada como oro en paño

"Ojo a la Jessi, señores!!! O a la futura Jessi del pasado... porque aquí ni siquiera estaba seleccionado!!! O sí, pero yo no lo sabía", empezaba escribiendo la actriz sobre una imagen que ha recibido hoy mismo y que le ha hecho echar la vista atrás y recordar una de las etapas más maravillosas de su vida.

María Castro ha hablado de esa imagen como una foto bendecida, 'la foto del casting': "Ni siquiera yo sabía que era ella, la Jessi... pero parece ser que ella ya me había elegido a mí para interpretarla", ha escrito.

"A ver, la 'actitud' estaba... creo. Y es que yo soy así para todo... me cojan o no en algo, alcance el objetivo o no, me tiro a la piscina. Soy de la teoría de 'como él no ya lo tengo', pues a por el sí vamos", continuaba, dejando claro que no pensaba que le fueran a dar el papel.

Un consejo para los futuros actores

La actriz ha aprovechado este recuerdo para dar un consejo a todos aquellos que sueñan con subirse al escenario o ponerse detrás de las cámaras algún día: "Hay que ser realista... en este trabajo abunda más el no que el sí, pero para todos aquellos que estáis en el camino del actor (o en la vida misma), recordad que un 'NO' no es un 'NO VALES', es un 'AHORA NO', pero no estarás siendo peor que cuando consigas el SÍ ansiado".

Por último ha terminado asegurando que la esencia de la vida es confiar en uno mismo: "No sé si es genética, pero sinceramente creo que a mis padres les debo esta actitud ante todo lo que la vida me propone, fruto de la confianza en mí y las alas que me han colgado desde niña".