Arantxa Sánchez Vicario sobre su situación económica: “Saco adelante a mis hijos gracias al dinero que me dejan los amigos”
Se enfrenta a una condena de cuatro años de cárcel
Arantxa Sánchez Vicario, en 'Palo y Astilla' / Atresmedia
Este martes, Arantxa Sánchez Vicario se sentará en el banquillo para enfrentarse al juicio que la acusa de haber ocultado su patrimonio, junto a su ex marido, Josep Santacana, para evitar el pago de una deuda millonaria. “Un partido a cinco sets, el más largo de mi vida”, asegura sobre esta semana de audiencia que tiene por delante y que, como ha confesado ella misma en una charla con El País, la tiene “como un flan”. La fiscalía les pide cuatro años de cárcel.
“Estaba enamorada. Confié en mi exmarido y me he visto inmersa en esta situación”, justifica sobre su situación. Ahora vive en Miami en un piso de alquiler con sus dos hijos, Arantxa y Leo.
Asegura que tiene problemas económicos. “Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos, o como comentarista”, explica sobre su presente laboral.
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Y es que, para intentar cumplir con la deuda que tiene, la mitad de sus ingresos van directamente a las arcas del Banco de Luxemburgo al que ha entregado ya casi 1,9 millones de los 6,6 que debe. De esa cantidad, 700.000 euros proceden de la ‘libreta de campeones’, un producto financiero reservado para medallistas olímpicos.
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Una situación para la que no ve final: “Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida”. Se lamenta de una situación difícil de creer para alguien que lo ha sido todo en el tenis.
Lamentos
“Es muy injusto. Con lo que he ganado, no poder vivir del tenis es un golpe muy duro que no me esperaba. Mi error, como he dicho otras veces, fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido, y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora. Estoy en una etapa dura de mi vida, pero el deporte me ha ayudado a enfrentarme a las adversidades, a ser fuerte y resiliente”, explica.
Ahora, su situación es incierta. Se enfrenta a una condena de cárcel y su situación económica es precaria. “Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando”, admite.
Veremos qué pasa con este juicio.
