El vestido de boda de Anya Taylor-Joy nos recuerda por qué nos encandiló con su estilo en ‘Gambito de dama’
Le ha dado el ‘sí, quiero’ al músico Malcolm McRae
Anya Taylor-Joy, en la Semana de la Moda de París. / Getty Images
Muchos conocieron a Anya Taylor-Joy en su papel de ajedrecista en Gambito de dama donde desplegó todo su encanto y su estilo. Desde entonces, muchos la consideran un referente de tendencias. Así que, estamos convencidos de que muchas novias ya habrán fichado su vestido nupcial para inspirarse. Y es que, sí, la actriz se ha casado con el músico Malcolm McRae.
Ni en Reino Unido, ni en Estados Unidos, la boda se ha celebrado en Venecia, rodeados de unos 150 invitados entre los que se encontraban, entre muchos otros, Nicolas Hoult y su novia, Bryana Holly; Miles Teller y su mujer, Keleigh Sperry; Evan Ross y Julia Garner; Cara Delevingne o Ivy Getty.
La pareja escogió un lugar histórico y emblemático de la ciudad de los canales, el palacio Pisani Moretta, situado junto al Gran Canal. Allí fueron protagonistas de una ceremonia y una celebración muy especiales.
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El vestido
Y cómo no, ella llamó la atención con su vestido. Siendo imagen de Dior no podía plantearse otra opción. Escogió un original vestido de novia creado en exclusiva para ella en el taller de la maison capitaneado por Maria Grazia Chiuri. Nada tradicional.
Para empezar, dejó de lado el clásico blanco roto para decantarse por un beige en un vestido de tul con escote palabra de honor escote palabra de honor, tirantes finos, cuerpo encorsetado y dotado de una gran falda. Aunque sí, hubo algo blanco, el velo también de tul que salía de su recogido que le dejaba la melena de ondas al viento.
Destacaron los motivos de la naturaleza bordados en la tela: pájaros, flores y ramas de árboles a contraste en negro, azul y verde, todo salpicado con cristales y pedrería.
Con esta boda se pone el broche de oro a una relación que comenzó como un cuento de hadas. Se conocieron justo después del estreno de su serie más emblemática y, tan solo dos días después, él ya le había compuesto una canción.
