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Louis Tomlinson desata la locura y nos llena de esperanza en su primer Wizink Center de Madrid
El británico estuvo muy bien arropado por sus fans en la segunda cita por nuestro país con su gira mundial 'Faith In The Future World Tour'
No era su primera vez en España, ni mucho menos. Sin embargo, sí era la primera vez que Louis Tomlinson ofrecía un concierto en el emblemático Wizink Center de Madrid, y encima en solitario. El británico visitaba la capital en la que era la segunda cita —de un total de tres— programada por nuestro país (después de Bilbao y antes de Barcelona) para presentar su segundo álbum de estudio con su gira mundial Faith In The Future World Tour.
Las inmediaciones del recinto presentaban bastante agitación y movimiento. Largas colas se formaban para comprar el merchandising, mientras otros grupos de amigas inmortalizaban el momento en la Avenida de Felipe II antes de validar sus entradas y cruzar las puertas en dirección a la pista o a su butaca en pista. Muchas se atrevieron a seguir un dress code no impuesto con prendas de color rojo, en honor a la estética de su segundo trabajo discográfico.
Una vez dentro, la emoción y las ganas por ver a su artista favorito se multiplicaban a medida que pasaban los minutos y las canciones de los dos teloneros que abrieron el show: The Academic y The Lathums. Ahora bien, las personas que ya llenaban el espacio disfrutaron y se entregaron a estas dos bandas, aplaudiendo cada tema que escuchaban, que devolvieron el afecto (y la oportunidad de tocar ante un público internacional) dando lo mejor de sí mismos).
Tras estas dos actuaciones, el nerviosismo empezó a palparse en el ambiente. Pasaban las nueve de la noche cuando el Wizink Center terminó de llenarse hasta la bandera, a pesar de no colgar el cartel de sold out. Cabe recordar que la última vez que Louis Tomlinson estuvo en España lo hizo en 2020 —tan solo unos días previos a declararse una emergencia sanitaria a nivel mundial por la pandemia de COVID-19— en La Riviera, con un aforo de poco más de 2.500. Por tanto, multiplicar por diez en dos años la capacidad de asistencia es todo una hazaña (aún viniendo de un ex de la exitosa boyband One Direction).
Minutos más tarde, el recinto se sumió en la oscuridad para dar paso a un griterío que se elevó hasta el cielo del edificio. La banda de Tomlinson apareció en escena en primer lugar y, por fin, el de Doncaster se encaminó al centro del escenario para dar comienzo a su show al ritmo de The Greatest. La iluminación se tiñó de rojo para continuar con Kill My Mind, Bigger than me, Holding on to Heartache y Face the music.
Con este primer bloque de canciones, una cosa destacó por encima de todo lo demás: el ruido se volvía atronador. En el mejor de los sentidos. Los coros del público se escuchaban, en alguna ocasión, hasta por encima de la voz del artista, prueba de que todo el que se acercó hasta allí estaba dispuesto a dejarse el último aliento. Y no sabemos si fue por cantar desde lo más profundo de sus entrañas, por el calor, o por una subida de tensión, pero los desmayos se fueron sucediendo a lo largo de las dos horas que duró el concierto. Afortunadamente, los servicios de emergencia siempre actuaron a la mayor brevedad gracias a la ayuda de los flashes de los teléfonos móviles.
"Madrid, España. Muchas gracias a todos y cada uno de vosotros por venir. Esta es mi parte favorita de mi trabajo", dijo Louis en una noche en la que no estuvo particularmente hablador. Él mismo se sinceró y reconoció estar "especialmente agotado". No obstante, el amor y la acogida "tan increíble" de sus fans de la capital sin duda le aportaron "la adrenalina" suficiente para salir por la puerta grande.
Un recuerdo constante a su pasado
El setlist incluyó, junto a pequeñas ráfagas de pirotecnia, We made it, Paradise, Chicago, High in California y Written all over your face. Temas procedentes de un segundo disco muy britpop que recuerda al pop/rock de los 90 y los 2000, y al sonido de bandas como Blur, Oasis o Arctic Monkeys, con las que Tomlinson se ha criado (y ha reflejado su influencia en Out of my system o Copy of the copy of the copy o la versión más rockera de Back to you).
Es más, el joven de 31 realizó una cover de 505 del grupo liderado por Alex Turner. Y, por supuesto, regaló dos versiones de la discografía que le vio nacer y crecer musicalmente. Interpretó Night Changes y Where do Brokens Hearts Go, de One Direction. La melancolía hizo acto de presencia aquí, pero también con Angels Fly.
Cuando llegó el turno de All This Time, Louis llegó a sentarse sobre la tarima hasta en dos ocasiones, como queriendo capturar ese momento para grabarlo en su memoria. Los colores del arco iris se proyectaron a lo largo del Wizink durante She's Beauty We are World Class, fundiéndose así con todas las banderas LGTBI que se ondearon.
Es sorprendente que sea el exmiembro de la boyband con menos oyentes mensuales en plataformas de streaming, cuando la locura que desata allá por donde va es impresionante (solo hay que recordar su pasada visita a La Resistencia). Así que, quizá no sea tanto de cantidad (ni de números), sino de calidad. Y es que sus fans le han brindado la oportunidad de hacer lo que realmente quiere, y él a sus fans la creación de un movimiento donde solo hay sitio para el cariño, el apoyo incondicional y la esperanza.
Esta noche, Louis Tomlinson estará en el Palau Sant Jordi Barcelona.
Ana Escobar Rivas
Redactora de LOS40. Tu enciclopedia de memes de confianza. Soy la queso (la que sobrevive a base de...