Especial
Emi Huelva sobre la relación de su hermana Elena con Aitana: “Creo que fueron especiales la una para la otra”
La hermana de Elena Huelva cuenta su historia de duelo tras su fallecimiento y la relación que mantiene ahora con la cantante
El 3 de enero de este 2023 muchos nos quedábamos conmocionados al conocer la noticia del fallecimiento de Elena Huelva. Esa joven de 20 años que nos había contagiado con su carácter positivo durante su lucha contra el cáncer. Se convirtió en una influencer que concienció sobre la necesidad de la investigación y la necesidad de una actitud positiva. De hecho, su lema, ‘las ganas, ganan’, se hizo viral.
Finalmente, llegó el desenlace que nadie quería y nos dejó a todos un gran vacío, sobre todo a su hermana, Emilia Huelva y amigos, entre los que se encontraban Sara Carbonero, Manuel Carrasco o Aitana.
Y es que, si hay algo que motivaba a Elena era la música. De eso, y de cómo ha afrontado esta pérdida Emi, ha hablado en su libro, Todo lo que ganamos. Conserva ese espíritu vitalista de su hermana, pero sin obviar la dureza de perder a alguien querido.
A ella le ha tocado quedarse y continuar con su legado y, entre otras cosas, también ha heredado muchas de esas amistades que hizo en sus dos últimos años de vida. Los conciertos siguen siendo algo importante en su vida y nos ha hablado de los más especiales.
Leía el libro y, aunque suene contradictorio, pensaba: ¡Qué suerte ha tenido Emi!
Pues sí. Yo siempre lo he dicho, ser la hermana de Elena ha sido el mejor regalo que me ha dado la vida y aunque hemos vivido momentos que nos hubiera gustado no vivir y que no debería vivir nadie, hemos aprovechado el tiempo juntas al máximo y hemos cumplido muchos sueños.
Muchas veces se cuentan historias de cáncer y acaban con la recuperación el fallecimiento de alguien, poco se dice del después… ¿qué ha sido lo más duro de ese después?
Para mí lo más duro del después es, entre comillas, asumir que la voy a echar de menos siempre. El proceso de duelo no es lineal, es una montaña rusa y cada uno lo lleva como puede.
Poco se habla también de las personas que acompañan que lo hacen sin un manual de instrucciones.
Sí, yo creo que cuando quieres a una persona y la amas y quieres estar todo tiempo a su lado, no hace falta manual, simplemente el amarla y estar con ella, esa compañía, sirve. Mi hermana nos lo ponía muy fácil a mis padres y a mí y estar con ella era un lujo.
En muchos aspectos el cáncer sigue teniendo muchos tabúes. Tú hablas, por ejemplo, de los cuidados paliativos que tampoco es muy común… ¿en qué ayuda sacar estos temas?
Tuvimos poco contacto con los cuidados paliativos, fue muy al final, pero hacen una parte muy importante. Se le tiene mucho miedo, se habla poco… que es normal, es una medicina desconocida, no sabes por qué te derivan ahí o te añaden a ese equipo y hacen un trabajo muy importante y las personas que trabajan ahí son también personas muy especiales, no todo el mundo vale para trabajar ahí.
Sigues hablando de tu hermana, en muchas ocasiones, en presente.
Sí, y lo haré siempre porque las cosas que han pasado están en pasado, pero mi hermana sigue aquí en muchas formas y no sé, hay veces que me sale en presente, otras veces en pasado, depende, no me pongo una restricción de hablar en pasado o en presente, depende de lo que esté hablando. Hay cosas que siempre siguen aquí, siempre van a estar.
Dices también en el libro que has conseguido amar sin ver, tocar y sentir, hay mucha gente que no lo logra en toda su vida. ¿Tú sientes que lo que habéis vivido en tu familia te ha hecho madurar muy deprisa?
Por supuesto que sí, al final todas las situaciones que vamos pasando a lo largo de nuestra vida nos hacen crearnos nuestra personalidad, nuestra madurez y a nosotras nos ha tocado esto y he aprendido a relativizar mucho, a saber lo que realmente importa, a valorar realmente la vida. Antes nosotras, de por sí, la valorábamos muchísimo porque mi hermana siempre ha sido súper alegre, muy valiente y es algo que siempre ha estado ahí, lo que pasa que, obviamente, la enfermedad, incrementa todas estas sensaciones y esa forma de vivir. Creo que he madurado también muy rápido, porque esto es algo que te hace cambiar totalmente tu perspectiva de la vida.
Al final podríamos decir que el libro es un alegato al carpe diem, ¿no?
Hay momentos más duros por lo que hay que pasar, pero no me gusta ni recrearme en ellos ni tampoco me sale contarlo de una forma muy dura. Me sale como lo he escrito, que pienso que no es un libro triste, sino que es un libro con mucha vida y con un canto al carpe diem, a hoy estamos aquí, mañana no sabemos, vamos a esto que queremos estar y ya mañana, se verá. El libro de mi hermana se titulaba Mis ganas ganan. Nadie nos ha prometido un mañana, vive un presente, que el título te invita a disfrutar el presente que es lo único que tenemos asegurado y el mío es un poco leer entre líneas lo que mi hermana decía siempre.
La historia de tu hermana, que es también la tuya, nos ha dejado muchas frases que todos nos podemos aplicar en muchos aspectos de la vida, como: ‘Las ganas ganan’. ‘Hay que tenerle miedo al miedo’… ¿te las tienes que seguir repitiendo o ya las tienes interiorizadas?
Yo creo que a todo el mundo nos hace falta que nos las recuerden de vez en cuando, pero yo ahora mismo sí que las tengo muy interiorizadas. El miedo siempre está ahí, no hay que tenerle miedo porque, aunque le tengas miedo no va a desaparecer, va a estar igual, pero te va a hacer más daño y te va a sobrepasar ese miedo. Hay muchas frases que sí, que mi hermana las decía como puedes decir una frase simple, pero que realmente son mantras de vida.
Uno de los legados que te ha dejado tu hermana son las personas. ¿Tú eres consciente de lo mucho que ha dirigido tu vida la enfermedad de tu hermana en aspectos como, por ejemplo, el social?
Veía todo el cariño que recibía mi hermana, todo lo que proyectaba, todos sus mensajes, y todo lo que ella transmitía a través de una pantalla y, por supuesto, la gente que conocía, no personalmente, pero sí a través de una pantalla. Veía lo poderoso que era lo que ella divulgaba y lo que ella potenciaba que era visibilizar este tipo de enfermedad y la idea de que se puede ser feliz en un proceso así. Ahora, me llega a mí de una forma diferente, pero de lo mismo y creo que hay que seguir con lo que ella querría, de estar aquí, y vivir por las dos.
Has tenido acceso a personas mediáticas que de otra manera hubiera sido complicado acceder a ellas y dejas claro en el libro que después de que tu hermana ya no esté, esas personas sí siguen ahí, ¿no?
Sí, muchas de ellas. Sí, por supuesto, porque yo creo que quien quería a mi hermana de verdad y la sigue recordando y la sigue teniendo en su día a día, a mí no me ha soltado. Yo siento muy cerca a personas que, como bien digo, son personas regalo porque ya son especiales de por sí porque vienen regaladas por mi hermana, pero también porque me lo han demostrado. Obviamente se acercaron a nosotras por mi hermana, por cómo era ella, por su luz, porque quien conocía a mi hermana no se quería desvincular de ella, porque era estar cerca de mucha luminosidad y todos queremos estar cerca de personas así, pero me han demostrado que, al final, como yo sigo también un poco con eso que ha dejado mi hermana, me tienen ese cariño tan especial. Es muy bonito porque veo que mi hermana sigue aquí de muchas formas.
Sara Carbonero escribe el prólogo y dice que la música es lo que más las unió, ¿de dónde le venía esa pasión por la música a tu hermana?
Realmente desde pequeñas nosotras siempre hemos ido mucho de bailar, ir a clases de algo relacionado con música. Nos han encantado siempre los conciertos, comprarnos los discos, siempre hemos sido como muy del tema de la música. Y a medida que fuimos creciendo ya podíamos ir a más conciertos solas y se incrementó, porque realmente la música en directo crea una energía tan poderosa en todos los que están allí y lo sientes de una forma tan intensa que para quienes aman la música es como un alimento ir a escuchar música en directo. Nosotras lo tomábamos así. Mi hermana, con lo que estaba pasando y parecía que no tenía fuerzas, cuando había algo así era su motor y necesitaba ir a recargar para volver a estar fuerte otra vez. Y ahora, a mí también me está ayudando de una forma muy especial porque yo no sabía si iba a ser capaz de escuchar música, si me iba a costar mucho porque estaba muy relacionado con ella y me recordaba tantos momentos… pero, al contrario, a mí escuchar música, ir a conciertos y sentir la música de la forma en la que mi hermana y yo la sentíamos juntas me hace todavía estar más cerca de ella y me emociona, pero porque la siento cerca.
Almudena Navalón, la mujer de Manuel Carrasco, se ha convertido ya en amiga tuya, de hecho, habéis ido juntas a muchos conciertos de Manuel. ¿Entre vosotros seguís hablando de Elena o intentáis evitarlo en el día a día para no veniros abajo?
No, sí hablamos de ella y la recordamos mucho, con naturalidad, porque realmente es que nos sale así. A mí me sale y yo creo que ella ha visto que a mí no me hace mal, al contrario, que también me gusta, porque al final es que es inevitable. Respeto que cada uno lo lleve como pueda, pero para mí no me hace bien el no hablar o evitar, porque al final, aunque no lo hables, va a estar ahí, te vas a acordar y es bonito. Almudena, en este año, se ha convertido en una persona muy importante para mí, me ha impulsado a hacer muchas cosas y a disfrutar de lo que se puede. Nos queremos mucho y sé que es para siempre. Que ella también estuviera en el libro, era muy especial porque Almudena y Sara me decían siempre una cosa que pensé que me hizo pensar que tenían que ser ellas dos las que estuvieran en el libro porque siempre decían que mi hermana y yo les habíamos cambiado la forma de ver la vida. Con la de personas que conocen diariamente, me llegaba mucho que dijeran eso y ha quedado un prólogo y un epílogo muy bonitos.
De hecho, Manuel sigue teniendo en su gira muy presente a tu hermana, ¿cómo lo Vives tú cuando vas a uno de sus conciertos?
Ya te he contado antes lo que significan para mí los conciertos, y lo que me acercan a mi hermana y la música de Manuel, todavía más. Estoy viviendo casi todos los conciertos con Almudena y estamos ahí y ver esa sonrisa cuando sale la imagen de mi hermana formada por estrellas y Manuel la canta, como siempre, tan mágico y tan especial, me emociono. Todo el mundo, en ese momento, piensa en mi hermana porque sale ahí en grande su sonrisa, su cara. Creo que cuando todo el mundo piensa tanto en ella, llega más todavía y en ese momento es brutal, la verdad, la sensación es increíble. Que haya pensado en Elena y se la lleve de gira por toda España, como yo digo, pues Elena estará flipando de verlo. En la idea tenía que ver Almudena y es muy especial que se hayan acordado de ella y no todo el mundo hace eso.
De hecho, no todo el mundo podía presumir de llevar una pulsera de las que Manuel tenía en su muñeca, y ella la tenía y eso supongo que ya dice mucho de lo unidos que estaban.
Sí, la verdad que desde el principio la relación fue muy especial. Mi hermana era una persona tan luminosa que yo creo que las personas que sienten esa energía y esa luz tan fuerte y Manuel tiene mucha sensibilidad para todo eso, conectó con Elena de una forma muy bonita y ahora, como te digo, siguen a mi lado y soy una más allí, así que, yo feliz porque los quiero un montón.
Aunque con Manuel era todo corazón si había una cantante que le daba una energía extra a tu hermana era Aitana. ¿Es la artista que más visteis en concierto juntas?
Yo creo que sí, la verdad, porque como hubo una gira un año y al año siguiente otra, un poco más corta, pero coincidió que hubo una cada año y aprovechamos cada vez que mi hermana podía ir e íbamos a donde fuera. Mi hermana, es difícil de explicar porque yo la veía en el concierto y veía su cara, con su mirada puesta en el escenario… porque a mi hermana le gustaba vivirlo en primera fila, eso de ir a la grada, tan lejos, como que no.
Ya, cuando lo leía flipaba porque estando como estaba, aguantar un concierto en primera fila no es fácil.
Se vive diferente y mi hermana necesitaba toda la potencia y yo la veía con su cara mirando al escenario y cantando y su cuerpo y su mente era como que estaban conectadas. Cuando había algo así, ella decía que ese día iba a estar mejor, iba a poder ir y su cuerpo le daba esa tregua y tenía más fuerza. El poder de la actitud y de la mente.
¿Tú has vuelto a hablar con Aitana?
Sí, sí, yo bueno, fui a su concierto en Valencia y ahora también en Sevilla. Obviamente como iba con mi hermana y toda mi familia, me gusta su música y me divierto mucho. He conocido también a muchas de las amigas de mi hermana, que íbamos al concierto y todo y voy con ellas. Al final, tengo que ir también porque ella viene también, así que, vamos juntas. Sí, sí, he hablado y tengo relación también con su familia y la verdad que a mi hermana le hizo vivir momentos muy bonitos. Ella sabe lo especial que era para Elena y pienso también que Elena lo fue para Aitana porque al final, ella también conoce a muchas personas y a mucha gente en su vida y quiso quedarse de alguna forma al lado de mi hermana y contar con ella para muchas cosas. Creo que fueron especiales la una para la otra y ella también ha demostrado en muchas cosas más personales que después de todo, sigue aquí.
Otra canción que era muy especial para ti y para tu hermana era The Climb, de Miley Cyrus. ¿En qué momento se volvió tan especial esta canción y por qué?
A nosotras siempre nos ha gustado mucha música, como te decía, y esta canción es antigua, pero siempre nos ha gustado mucho cantarla, ponerla en el coche y todo eso. Y luego, más adelante empezamos a ponerle más significado a esa letra y era como una de nuestras canciones. La letra dice que la vida es escalar, no importa el destino sino el camino, la escalada es lo que importa, y la vida es así, el camino que haces, la montaña que va subiendo y en cualquier punto de la montaña, dice también la canción, las vistas son geniales, no hace falta llegar arriba.
Convertisteis los buenos momentos en un viaje constante de concierto en concierto, ¿tú has continuado con ese ritmo?
Nunca será igual porque yo y mi hermana estábamos siempre juntas y lo hacíamos todo juntas, un viaje, un concierto, un hospital, lo que fuera. Ahora sí, he hecho algún viaje, voy mucho a Madrid con el tema del libro, el documental que estamos grabando… al final, aquí se mueve mucho. Yo vivo en Sevilla y vengo mucho a Madrid, también por temas de ocio porque hay muchas cosas que también me ayudan a mí. Me apetece de alguna forma disfrutar. Hay gente que lo puede juzgar, o no, a mí no me ha pasado la verdad, siempre me han entendido. Siempre hay gente para todo en esta vida, pero a mí, mi hermana no me enseñó eso y tengo muy innato en mí que yo me encuentro bien, no me duele nada, tengo posibilidad de ir y hay que hacerlo. Me permito obviamente, tener mis días malos porque están ahí y todo el mundo los tiene. Alguien que está pasando por una enfermedad o alguien que está pasando por un duelo o una situación difícil, pues todavía más. Esos días están ahí, pasan y ya está, a seguir, porque es que hoy estamos aquí, mañana no sabemos.
Cuentas en el libro cómo os fuisteis de viaje a París a ver a Olivia Rodrigo, ¿tú has comprado entradas para verla ahora que viene a España?
Sí, sí, lo he conseguido. Realmente no sabía muy bien qué hacer, por mi hermana y todo lo que conlleva, no sabía, pero bueno. Era con códigos, puse mi correo y mi madre lo puso también, pero tampoco tenía una fijación para conseguir una entrada, pero fíjate que le llegó el código al correo de mi madre, y dije, tengo que conseguirlo sí o sí.
Era una señal…
Totalmente. Voy con dos amigas que son amigas de mi hermana, pero ahora también, tengo mucha relación con ellas y he hecho muchas cosas con ellas. Allí estaremos, todavía queda mucho, pero bueno.
¿Y con quién fuiste a ver a Coldplay con esas entradas que compraste con tu hermana?
Con la amiga esta de Olivia Rodrigo, María, que es una amiga que cuento en el libro que se conocieron en cuarentena por Twitter. A Coldplay fui con ella porque tenía la entrada que compré con mi hermana que también costó un montón. Después de lo que pasó tenía las entradas y no sabía qué hacer si darlas o qué. Y dije, cuando ya se acerque más decido, y a cuatro o cinco días, dije, yo tengo que ir porque sé con la ilusión que compramos la entrada y yo creo que Elena querría que fuese.
No te hubiera perdonado que no hubieras ido.
Diría, con lo que nos costó la entrada y ahora no vas a ir… Así que, fui con ella y la verdad que fue, a partes iguales, emocionante y muy bonito. El concierto fue una pasada. Pero también fue duro porque ese concierto lo iba a ver con ella y esa parte fue triste porque siempre me había imaginado allí con ella. Estaba de otra manera.
Me alegra saber, leyendo el libro, que disfrutó de LOS40 Music Awards el año pasado, ¿qué fue lo mejor para vosotras de aquella noche?
Esa noche fue especial porque mi hermana estaba un poco regular los días de antes, pero bueno, al final fuimos y muy bien porque estuvimos con Manuel y Almudena que a él le daban el Golden y fue especial. Vimos su actuación, la de Aitana…
De hecho, cuentas que al final os fuisteis de fiesta con Aitana.
Sí, así fue. Cuando terminó la gala estuvimos en los camerinos con Manuel y Almudena y apareció Aitana que dijo que se iba a una fiesta y Manuel nos preparó y dijo, para allá que os vais, ¿no? Fuimos y pasamos una noche muy guay, nos divertimos un montón, mi hermana disfrutó muchísimo y esa noche parecía que mi hermana no tenía cáncer. Estábamos viviendo una noche de una chica de 20 años normal, de fiesta, en un sitio muy guay y con gente especial. Esa noche se nos olvidó un poco a las dos y fue como vivir el doble o el triple.
Me alegro. Cambiando de tema, en el libro también hablas de Ana Obregón, ¿has leído su libro?
No, la verdad que no, no lo he leído. Lo compré cuando salió, pero lo tengo ahí porque realmente yo estaba escribiendo mi libro y dije, bueno, cuando escriba mi libro y salga y ya esté más tranquila, me lo leo. Y allí lo tengo en mi habitación. Lo tengo pendiente. Pero sí, cuando salió lo compré y me lo leeré, por supuesto.
Emi, para ir acabando, tú que conocías bien a tu hermana, ¿qué crees que habría dicho después de leer tu libro?
Estoy segura de que le hubiera encantado porque mi hermana me pidió que no fuese triste. Creo que lo he conseguido. Luego, la estética, todo, también creo que le hubiera encantado porque flores siempre vivas en la portada, nosotras en acuarela, que le encantaba dibujar… Luego, todo lo que cuento, al final, potencio mucho los buenos momentos en el libro, eso era su filosofía de vida. Creo que le habrá gustado, seguro.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...