El Benidorm Fest 2024: a la caza del mainstream y, ¿el nuevo ‘Operación triunfo’?
La industria musical se prepara para acoger a artistas salidos de ambos formatos
El otro día se dio a conocer lo que se ha convertido muy probablemente en un asunto de estado para el espectro twittero: la lista completa de artistas del Benidorm Fest 2024. Ha comenzado oficialmente la carrera para elegir al nuevo representante de España en Eurovisión. Con los nombres encima de la mesa, y a falta de escuchar las canciones, la edición promete ser otra vez un escaparate para artistas emergentes. No obstante, si las cosas se hacen bien, podría haber sorpresas y obtener precisamente lo que busca o debería buscar Televisión Española: colocar a jóvenes promesas en lo más alto de las listas de éxitos al mismo tiempo que encuentra otra candidatura lo suficientemente solvente para garantizar una buena posición en el certamen de música más popular del mundo. O al menos una de la que sentirnos orgullosos (vamos, la Blanca Paloma).
Parece que la cadena pública ha hecho un ejercicio de reflexión. Ha tenido en cuenta el incontestable éxito de Nochentera – suma más de 100 millones de reproducciones en Spotify –, pero no se ha olvidado de lo que hizo grande a la primera temporada del Benidorm Fest: el equilibrio entre nuevas estrellas y cantantes y grupos con reconocida trayectoria. Para la edición del 2024 se ha buscado esa simetría, aunque hay una intención clara por colocar en plataformas los máximos hits posibles. Es por eso que no dejo de preguntarme si esta caza del mainstream en la que se está metiendo el Benidorm Fest es compatible ahora mismo con otro posible fenómeno que podría darse próximamente con el estreno de Operación triunfo.
La industria musical 'made in Spain' ha cambiado. Ahora hay muchos más artistas que hace diez años y el número de lanzamientos de cada semana se ha multiplicado ¿por cinco? ¿Por diez? ¿Por cien? En la escena actual se prima la cantidad por encima, a veces, de la calidad. Pero este nuevo paradigma también ha facilitado el acceso a esos jóvenes talentos que no tenían las herramientas para hacer llegar su música al mundo. TikTok y Spotify, entre otros canales de difusión, han ayudado al posicionamiento de estrellas emergentes – hola, ¿Iñigo Quintero? –. Sin embargo, lo difícil, lo que cuesta sudor y lágrimas, sigue siendo lo mismo que hace lustros: ser el número uno y mantenerse en el tiempo como tal. La aspiración de copar las playlists permanentemente es lo realmente complicado y me pregunto si es posible que esta industria pueda absorber lo que intencionadamente pretenden el Benidorm Fest y la temporada 12 de Operación triunfo.
La nueva edición del talent musical por excelencia arranca el próximo 20 de noviembre y, por lo tanto, su emisión se prolongará hasta marzo del próximo año, coincidiendo en el tiempo con la trayectoria natural del Benidorm Fest. La exposición no será la misma, en OT se hace un seguimiento diario, por lo que los impactos, de primeras, serán mucho mayores que los que previsiblemente pueda dar el Benidorm Fest, que concentra su semana grande en los días 30 de enero y 1 y 3 de febrero. Sin embargo, en el hipotético caso de que ambos formatos funcionen, sí que preveo un conflicto, un problema de capacidad de la industria, a pesar del tipo de estructura que defiende a día de hoy. Como decía, esta edición del Benidorm Fest se presenta sobre todo como plataforma para muchos concursantes que tiran hacía lo comercial y que, de tener una canción para la radiofórmula, podrían repetir lo que pasó con Chanel y Rigoberta Bandini en 2022 y con Vicco en 2023. Ahora bien, ¿puede convivir un nuevo fenómeno de estas características con el efecto que inevitablemente generará Operación triunfo?
Funcione o no, de OT 2023 saldrán aspirantes con un contrato discográfico bajo el brazo. Difícilmente se repetirá lo que ocurrió con artistas tipo Aitana o Lola Indigo en 2017, pero las discográficas no perderán la oportunidad de pujar por aquellos aspirantes que puedan formar parte de una nueva generación con posibilidades reales de triunfar. Falta por ver si llegado el momento, si en esa carrera que se produce entre marzo y julio por levantar proyectos a golpe de hit veraniego, habrá espacio para todos los artistas. Si hay convivencia o, por el contrario, unos ascienden a lo más alto y otros se quedan por el camino por falta de espacio en una industria cada vez más saturada.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y escritor. Me gustaría vivir en la película ‘Chicas malas’ y Russell Tovey lleva...